SIN AGUA NO SE SOSTIENE LA AGRICULTURA
Campo a través ·
Secciones
Servicios
Destacamos
Campo a través ·
El ministro en funciones Luis Planas ha dicho que la agricultura del futuro deberá ser sostenible o no tiene futuro.
Se trata aparentemente de una versión renovada del aforismo que en su día lanzó el catedrático valenciano Jaime Lamo de Espinosa, que fue ministro de Agricultura en el Gobierno de UCD presidido por Adolfo Suárez. Dijo Lamo -y lo sigue proclamando, en su intento de poner lógica y sentido común- que la agricultura del futuro ha de ser de regadío o no será.
Fíjense en las diferencias entre una cosa y la otra, porque son diametralmente opuestas, aunque a simple vista parezcan muy similares.
Lo que sostiene Lamo de Espinosa es que la producción agrícola profesionalizada y con criterios de competitividad y rentabilidad necesita agua asegurada, y como en nuestras condiciones climáticas no es seguro que llueva de manera regular, espaciada y suficiente durante todo un ciclo de cultivo, la única manera de aferrar la garantía de buenos resultados es disponiendo de agua para regar. Más aún donde se precisa aprovechar las circunstancias favorables de tierra, buena insolación, temperaturas benignas y saber hacer pero las lluvias son insuficientes. Entonces hay que regar, y para ello hay que disponer de agua, que no siempre está donde se precisa.
En consecuencia, el enunciado que defiende Lamo encierra una defensa de aportar agua suficiente a donde se dan las demás condiciones favorables para poder desarrollar producciones agrícolas competitivas y rentables, que al final son las que se pueden exportar, porque atienden demandas seguras desde donde no cuentan con determinados artículos por las propias limitaciones.
Y en el otro lado, ¿qué nos dice el ministro en funciones Luis Planas, también valenciano de nacimiento? Pues que quien no tenga agua se deberá resignar a no tenerla, porque lo que ha de primar, según su criterio, es que todo ha de ser sostenible, y en la actual doctrina al respecto, sostenible quiere decir que se quede todo como está, que se conforme quien no tenga agua suficiente, o no la tenga en absoluto, porque se ha tomado la decisión de que no conviene desarrollar capacidades potenciales desaprovechadas, aunque se dejen de generar puestos de trabajo y exportaciones. Y por si quedaban dudas, Planas ha dejado claro que «la solución para los regadíos de Murcia -sustituyan el lugar si quieren por cualquier otro también necesitado de agua- se ajusta al cumplimiento de la ley». Se refería a la polémica de regadíos murcianos sin autorización, porque para el señor Planas lo sostenible es ajustarse a lo que hay, no reformar lo que hay para poder hacer económica y socialmente sostenible lo que no alcanza a serlo porque le falta el agua que en otros puntos sobra.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.