El IVO: 45 años trabajando

Fue un médico valenciano, el insigne Profesor Antonio Llombart Rodrigo, junto con la asociación valenciana contra el cáncer y personalidades de la sociedad valenciana, el principal impulsor de esta obra que tanto beneficio ha reportado a los pacientes diagnosticados de cáncer en esta Comunidad. Una idea visionaria, ya que, desde sus inicios, el IVO se diseñó para poder tratar la enfermedad de manera integral, poniendo alrededor del paciente oncológico todos los medios necesarios para tratarlo de manera coordinada y con el recurso mas adecuado.

Pero si importante era tratar el cáncer, el Profesor Llombart sabía de la relevancia de su prevención, y fruto de toda esa preocupación fue la puesta en marcha en 1982 de la clínica de Calle de la Estrella. Un nuevo servicio innovador en nuestra comunidad, en el que miles de mujeres valencianas han sido y siguen siendo atendidas en sus consultas, y que, en su momento, constituyó un centro pionero en la prevención y detección precoz del cáncer.

Hay que recordar que cuando se inauguró el IVO, la especialidad de oncología en nuestro país no existía, ya que su creación como especialidad se produjo en el año 1978. Había médicos que, desde su especialidad, fundamentalmente la medicina interna, dedicaban su tiempo y su esfuerzo en tratar a este tipo de pacientes, así como en aprender, con mucho sacrificio personal, los avances que se producían en este campo, consiguiendo que se reconociera este trabajo como una especialidad. Eran tiempos en el que la palabra cáncer era una palabra maldita, en donde la esperanza de las personas que lo sufrían chocaba frontalmente con la realidad de un mal desenlace; momentos en los que los servicios quirúrgicos de las diferentes especialidades constituían la base fundamental del tratamiento; una época en donde la quimioterapia y la radiología estaban poco desarrolladas y muy dispersas; en ese entorno nace hace 45 años el instituto valenciano de oncología, con el objetivo de implantar un modelo multidisciplinar y coordinado para el tratamiento del cáncer, concentrando en un mismo lugar los máximos recursos asistenciales para ofrecer al paciente una atención de calidad, tanto desde el punto de vista humano como tecnológico.

Hoy, afortunadamente, la situación ha cambiado radicalmente, y un gran porcentaje de pacientes logran curar el cáncer o, en todo caso, cronifican la enfermedad con una buena calidad de vida. Aunque culturalmente el cáncer sigue teniendo una visión apocalíptica, la realidad es que los programas preventivos que se están desarrollando, la tecnología que hace posible una detección más precoz y precisa, los tratamientos que se están aplicando y el desarrollo de la investigación en este campo, han abierto una gran ventana de esperanza a los pacientes, y una gran mayoría de ellos vencen a la enfermedad.

Vivimos una época de extraordinario desarrollo de la especialidad de oncología y actualmente todos los hospitales públicos disponen de un servicio de oncología con magníficos profesionales formados en la especialidad, con los medios necesarios para ejercerla con un alto nivel de competencia y con una gran inquietud investigadora. Los hospitales de día constituyen los centros neurálgicos de los tratamientos y los comités de tumores de los hospitales el punto de encuentro de todos los profesionales implicados en el proceso asistencial con el objeto de tomar las mejores decisiones en favor de los pacientes.

Pero pese a todo este desarrollo de la oncología en los sistemas de salud, el IVO sigue siendo un gran referente en el tratamiento de la enfermedad. Su origen, fruto del compromiso de la sociedad civil valenciana con la salud, hace que el IVO esté considerado como patrimonio de todos los valencianos, y así se ha entendido siempre por parte de todos los gobiernos que, durante estos 45 años de trabajo, han ostentado la presidencia de la Generalitat.

La historia de la oncología en España difícilmente se puede escribir sin tener en cuenta las aportaciones que el IVO ha realizado en la sociedad.