Urgente La CV-35 y la A-7, colapsadas este lunes con más de 18 kilómetros de atascos

La ansiedad como la punta del iceberg

PASO OLÍMPICAMENTEMOISÉS RODRÍGUEZ ·

Marta García ha sido la última en dar visibilidad a una lesión silenciosa que amenaza a todo deportista. Saber gestionarla resulta vital

Viernes, 29 de octubre 2021, 00:32

Que Marta García no corriese una carrera que podía ser trascendental para su futuro a causa de un episodio de ansiedad me ha invitado a reflexionar sobre una emoción (así me la ha calificado mi amiga Lourdes Martí, que sabe más de esto que yo) que cada vez visibilizan más deportistas. Y yo, sin ningún rigor científico, he decidido denominarla 'la lesión silenciosa'. Sin tener roto un brazo ni que le hayan destrozado una rodilla, si no la aborda, el afectado puede reventar por dentro. Y cuando esto ocurre, el momento en el que todo el sufrimiento queda exteriorizado, sólo se percibe la punta del iceberg.

Publicidad

«Sufro de ansiedad desde hace mucho tiempo y me ha estado siguiendo durante toda esta temporada». La frase de Marta, una joven de 21 años, con buena presencia, ganándose la vida con su pasión desde niña, me removió. Demasiado parecido a lo que contó en verano Simon Biles y a lo que padeció Paula Badosa antes de frenar en seco y ponerse en manos de gente que ya ayudó a reconstruirse. He charlado con otro amigo, el psicólogo Santi López, acostumbrado a trabajar con deportistas, y me comentaba que la ansiedad se produce por una preocupación sostenida en el tiempo. «Los seres humanos estamos diseñados para atender a alertas puntuales», subrayaba. Y el problema se da ante situaciones que generan miedos, muchas veces injustificados: temor a no estar a la altura, a perder una beca...

Me contaban la historia de un deportista -cuya modalidad no desvelaré- que firmó un muy buen contrato. A partir de ese instante, en víspera de la competición no podía dormir, apenas era capaz de desayunar y de repente se pasaba un día vomitando. Y otro que justo después de dar un importante salto en su carrera dejó de tener interés por ir a entrenar. Y uno más que decidió centrarse en una competición de rango mundial y a mitad del camino se planteaba la retirada porque ya no disfrutaba.

El deportista precisa generar una burbuja, centrarse en entrenar y abstraerse de lo que pueda destruirle

¿Y qué podemos hacer frente a la ansiedad? Como público, antes de actuar -y no sólo hablo de conductas sencillamente censurables como los insultos- debemos pensar que dentro del deportista no hay una máquina sino una persona. «Pero al final son ellos los que tienen que acudir a quien les dé herramientas y les ayude a manejarla», me decía Santi.

El deporte de élite moderno ha evolucionado hasta convertirse en un compendio de ciencias. Nutrición, ingeniería, preparación física... y también psicología, cada vez más ofertada por parte de las federaciones, pero no siempre utilizada por los deportistas. «Es vital identificar dónde sufre la presión y aprender a gestionarla», insistía Santi.

Publicidad

Hay deportistas que lo logran y otros, sobre todo los que la padecen al principio de sus carreras, a los que esta lesión silenciosa los engulle y acaban abandonando. Por eso, el consejo que he conseguido recabar, y que dejo sobre la mesa, es el de generar una burbuja. Esto es algo que desde luego no nos gusta a los periodistas y tampoco a los aficionados. Pero el deportista necesita centrarse en entrenarse y abstraerse de aquello que pueda alimentar temores.

Como aficionados, podemos ayudar en algo: tener en cuenta que detrás de esos colosos, hombres y mujeres que parecen invencibles, hay personas, muchos jóvenes de 18 años sin tiempo de madurar. Y de paso, tomar consciencia de que ninguno estamos exentos de presiones internas o externas, por parte de ese familiar, amigo o compañero, de una situación que nos genere miedos. Y estos provocan ansiedad y esta, salvo que la tratemos, no conduce al lado oscuro, sino al desastre.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad