Vermeer revolucionó el mundo del arte por sus escenas de mujeres en la intimidad del hogar. Monet propició un nuevo movimiento artístico, el impresionismo. Warhol se adelantó a los tiempos por su capacidad de provocación y por la diversidad a la hora de mostrar su ... trabajo -en pinturas, fotografías, películas, 'performances-. Todos ellos, por tanto, en distintos momentos de la historia, consiguieron llamar la atención y destacar con sus creaciones.

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Posiblemente se sorprenderían si fuesen testigos de cómo, con esos mismos cuadros, se intenta hoy en día llamar la atención en los museos. Hace un par de semanas un hombre vertió una lata de sopa de tomate sobre 'La joven de la perla' que se conserva en el Mauritshuis de La Haya. En las mismas fechas dos jóvenes lanzaron puré de patata sobre 'Las Mulas' de la National Gallery de Londres. Hace unas horas dos mujeres se adherían, con pegamento en las manos, a las 'Latas de sopa Campbell' que custodia la Galería Nacional de Camberra.

No han sido las únicas piezas atacadas. Se podría editar un volumen de historia del arte a partir de las obras que han sido utilizadas en los últimos meses con fines reivindicativos que nada tienen que ver con el arte.

Dudo mucho de que Monet o Vermeer quisieran remover conciencias atacando obras de arte

En este caso su finalidad ha sido generar debate, alertar sobre un problema social que nos afecta a todos, movilizar a la opinión pública, tratar de concienciar a los políticos de una realidad sobre la que no están tomando las medidas suficientes.

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No está mal eso. De hecho, uno de los objetivos del arte es sin duda revolver conciencias, generar discusiones. Ahora bien, dudo mucho de que Monet, Vermeer o Warhol quisieran que se generase este efecto destrozando sus propias obras. Es cierto que hasta el momento ninguno de los tesoros agredidos ha sufrido daños importantes. Las protestas no van más allá de ensuciar o estropear los marcos y cristales con los que se protegen los cuadros.

Los activistas pretenden presionar a los gobiernos para que intervengan a propósito del cambio climático que nos amenaza. Los grupos ecologistas apoyan los actos. Se escudan en que es la única manera de que les presten atención, de que el mensaje llegue a los medios y alcance a audiencias más amplias. Aseguran que las protestas nacen de la desesperación. Consideran, en definitiva, que el fin justifica los medios.

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¿Se han llegado a acuerdos relevantes sobre medio ambiente desde que esto sucede? ¿Hay un mayor número de personas que conocen las reivindicaciones? Lo dudo. Porque las miradas se dirigen a las obras atacadas, algo que en general a la población no gusta, lo cual la predispone a la hora de escuchar las reclamaciones. Por otro lado, el factor sorpresa se acaba, por lo que el interés mediático cada vez es menor ante estos numeritos. No pasa nada por equivocarse. Lo importantes es reconocerlo a tiempo.

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