Atarse los machos

Los problemas económicos de las comisiones para subsistir y la pervivencia de los artistas falleros no son nuevos, es un mal endémico que vienen de lejos, lo que sucede es que con la pandemia se han agravado mucho más y ahora pone en riesgo su continuidad.

Llegados a este punto y conscientes de los nubarrones que acechan al mundo de las Fallas, reconocidos públicamente por ambos actores principales, es momento de que todos se aten los machos, como buenos maestros en el arte de Cúchares, y tomen decisiones para que no se les pille con el pie cambiado. En una palabra, es el momento de emprender acciones serias para evitar un descalabro que después lamentarán.

Somos Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Hagamos pues valer el título. Los colectivos implicados deben solicitar ayudas ante las instituciones oficiales, explicando el problema real por el que se atraviesa y sus consecuencias. El momento económico es grave. La inflación de la que tanto se habla también ha llegado al artista fallero, como no podía ser de otra forma, con la subida desorbitada de todos los materiales necesarios para la construcción de la falla, al margen de los impuestos y otros elementos.

Las Fallas 2022 ya están aquí, serán grandiosas y todos lo celebraremos. Lo que no se tiene claro es qué sucederá tras la noche de la cremà y su volver a empezar. Ahí contemplaremos la verdad del problema.