El batacazo que viene

¿Qué pasa por la mente del personal? Con la que hemos pasado por culpa del coronavirus muchos han decidido 'quemar' los días a ojos vendados. Y es curioso que no conozco a gente que le haya dado por leer libros compulsivamente, pero me sobran de los que se van de fiesta, conciertos, cenas y viajes.

Ocurre algo, es indudable porque vamos como pollos sin cabeza y no cuadra, pese a que el gobierno normalice la grave situación de crisis actual. Hace años, cuando gobernaba el Partido Popular, aún recordamos aquella incansable agitación callejera, todo lo contrario a la actual paz social. ¿Cómo es posible que ninguno de los sindicatos de los trabajadores haya salido a la calle a poner el grito en el cielo si sube todo menos los salarios? Muchos somos del pensamiento de que están esperando a que cambie el signo de gobierno para volver a desempolvar y airear las banderitas de UGT y CCOO. Me pregunto a qué se dedicarán durante estos años todos esos liberados, liberadas y 'liberades' sindicales sin mover un dedo para no molestar a la mano que les da de comer.

Si. Algo pasa en esta aparente calma cuando todos anuncian temporal huracanado. Tal vez sea cierto que estamos en el ojo del susodicho, piénselo por un momento y reflexionemos sobre si es conveniente recoger la ropa y prepararnos para el gran batacazo, aunque sea solo porque Sánchez se ha apresurado para admitir que estamos en crisis, debido a la guerra de Ucrania, eso sí.

Yo pondría las barbas a remojar y desconfiaría si el gobierno dice que el paro va bien y que todo es culpa de Putin, porque la realidad es que la gasolina es un artículo de lujo, el supermercado un lugar muy caro y la nómina va a seguir igual de tiesa en los próximos meses.