El bien y el mal según Mazón

El presidente provincial del PP alicantino Carlos Mazón se equivoca aplicando la 'indubio pro reo' a los militantes y concejales del PP implicados en la Operación Testudo. Aunque sean muchas las denuncias contra afiliados y responsables de su formación que luego han quedado en nada. Y las pruebas esgrimidas ahora contra sus camaradas sean escasas, el también presidente de la Diputación de Alicante debería tener muy presente que esta actuación de la Fiscalía Anticorrupción no la promueven sus rivales políticos. Ni la motiva un defecto de forma en la adjudicación de tal o cual contrato menor o mayor. Ojalá se tratara sólo de un chanchullo o de una simple triquiñuela administrativa. La desencadena, y eso es lo malo, una investigación de la Udyco y de Interpol en contra de una trama que se dedicaba al blanqueo de dinero procedente de la mafia rusa. Una banda que, gracias a la red clientelar que había logrado tejer su creador en ayuntamientos, cuarteles y comisarías, se creía con fuerzas suficientes para controlar negocios a un lado y otro del Mar Balear. Un nivel de adaptación al medio nunca alcanzado hasta ahora en España por grupos mafiosos procedentes de la antigua Unión Soviética. Rafael Chirbes aporta involuntariamente en 'Crematorio' un dato acerca de cómo ha evolucionado esta penetración. A lo más que se atreve el mafioso eslavo que aparece en su celebrada novela de 2007 es a asociarse con un especulador local para invertir sus manchadas ganancias en la construcción de viviendas en la Costa Blanca. Trece años después es un ruso criado en Alicante el que está tan integrado en la sociedad que milita en un partido (el PP), pertenece a diversas entidades sociales y deportivas y se trajina a cuantos vecinos precisa -funcionarios, políticos, etc.- para que no pongan impedimentos presuntamente a las actividades de sus oscuros clientes. Algo que cada vez llamará menos la atención porque el número de maleantes que aprovechen la presencia de cientos de miles los extranjeros en la Comunidad Valenciana para confundirse con el paisaje no va a bajar. Y si no queremos que España se convierta con el tiempo en un a guisa de narcoestado donde la delincuencia le dispute el poder a la Administración o influya en la toma de decisiones habrá que cortar de raíz cualquier mediatización. Como ha hecho implacablemente la Udyco al indicar en el atestado qué agentes se dejaban querer por el presunto logrero. ¿Por qué Mazón no ha cumplido su parte con aquellos de sus correligionarios que se prestaban a hacer 'trampitas'? ¿Tanto le cuesta calibrar la gravedad de las complicidades desveladas por esta operación policial? A ver si va a tener razón José Cholvi (PSPV) cuando desliza que le pierde su ascendiente zaplanista.