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Los ingleses nos ganaron la guerra de la Historia. Es por eso que la carga de su brigada ligera contra los rusos en 1854 en ... el trascurso de la Batalla de Balaclava, Crimea, ha solapado en la memoria colectiva a aquella decena de cargas del Regimiento de Caballería Cazadores de Alcántara número 14 al mando del teniente coronel Fernando Primo de Rivera contra los rifeños el 23 de julio de 1921. Los primeros fueron sublimados como héroes hasta llegar a iconos cinematográficos gracias al Hollywood de la edad de oro, superando con mucho el hecho de que aquella maniobra es un ejemplo de absoluta incompetencia militar y de derroche inútil de vidas. El recuerdo de los segundos permanece privativo de sus familiares y de los curiosos de la historia de España, sepultado por el autoodio. A eso sumen los apellidos del oficial caído que dirigió esta acción heroica. Sin embargo, el valor práctico de la gesta hispana es cuantitativa y cualitativamente muy superior a la de los caballeros de Su Graciosa Majestad Pirata, pues con sus sucesivas acometidas a las líneas moras, cuya trágica dinamicidad plasma magistralmente el pintor Augusto Ferrer Dalmau en el ala del chambergo plegada por el viento y aplastada contra la frente de los jinetes en su 'La carga del río Igán', lograron cubrir la retirada y salvar la vida de aproximadamente dos mil tropas que huían de la masacre de Annual.
Muchos hoy nos preguntamos desde nuestra confortabilidad regalada qué empujaba a aquellos hombres a su sacrificio consciente. Unas veces por el férreo compromiso con el deber y con unos valores considerados superiores, otras por la lealtad al compañero de armas. Marcelo Gullo desentraña este misterio en su felicísimo ensayo 'Madre Patria': es por la transcendencia, por lo que él denomina la «Fe fundante católica». «Si no hay trascendencia porque no hay Fe sólo tenemos el hoy, el hedonismo absoluto y sin ley». Y no es tanto la importancia que los occidentales le demos a la ausencia de Fe, sino la constancia de que los «nuevos bárbaros» son unos feligreses temibles de la suya.
La épica puede alcanzarse ahora prescindiendo del espadazo, haciendo uso de un teclado. Demos gracias. La voz y la queja escrita son el mecanismo de afianzamiento de ese robusto sistema capaz de mantener por sí la paz tras milenios de violencias. Por esta razón deberemos ponderar el gran valor que tendrá la rectificación de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre tras la reacción espontánea de miles de valencianos -una victoria en sí misma- frente a lo que se presumía como otro hito del nacionalismo vecino al catalanizar nuestro Tribunal de las Aguas.
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