Urgente El precio de la bombona de butano para esta semana tras el último cambio de tarifa

Hace unos meses escribí que echaba de menos la aparición de exjugadores manifestando públicamente su oposición a los actuales gestores del club y su preocupación ante la difícil situación. Ni he visto gestos, ni he leído palabras de ellos, salvo honrosas excepciones. Una de ellas es la de Manuel Botubot. El gaditano que jugó en nuestro equipo 8 temporadas (1976-84), ha sido el único que ha alzado la voz mostrando su inquietud y su amor incondicional al club pese a la distancia. Esta es una carrera que tenemos que correr juntos y ganarla también juntos. Decía Botubot que «lo más importante es hacer un grupo respaldado por periodistas, aficionados y exjugadores donde todos alcemos nuestro deseo de buscar alguna solución. Quiero trasladaros mi preocupación y mi interés por hacer algo en beneficio de nuestro club, no nos tenemos que quedar impunes ante todo lo que está sucediendo, no esperemos la agonía del enfermo». Estas palabras no han pasado desapercibidas por una afición necesitada del cariño y solidaridad de los que han formado parte de la historia del Valencia. Mi pasión por el Valencia coincidió con la llegada de este jugador. Aún recuerdo de carrerilla alguna de las alineaciones: Manzanedo, Botubot, Arias, Bonhof, Cerveró, Carrete, Saura, Castellanos, Kempes, Solsona y Felman. Luego vinieron otros. Era otra época, otra forma de ver, amar y entender el fútbol, muy diferente a como es ahora. Todos recordamos con especial emoción el momento en el que en el partido del Centenario apareció sobre el césped Castellanos, flanqueado por Manzanedo y Botubot. Esa imagen estará para siempre en el corazón del valencianismo. El sentimiento que destiló ese momento no lo supera ni ganar un título. Al recordar ese momento Botubot decía que «ahí se demuestra el cariño que había en aquel equipo: nunca dejar abandonado a un compañero». Nunca hay que abandonar al club que te lo ha dado todo, ni a su afición. Por eso pido valentía, carácter y responsabilidad a los exjugadores que han formado parte de nuestras vidas para que nos apoyen públicamente en esta lucha. No quiero decir nombres, pero me vienen muchos a la cabeza que podrían estar a nuestro lado. Su implicación nos haría más fuertes. No se trata de opinar en los diferentes medios y redes sociales, se trata de actuar y mostrar una actitud inequívoca y firme para contribuir a conseguir una solución. Pero, sobre todo, se trata de estar al lado de una afición y un escudo que se lo ha dado todo. Nosotros nos lo merecemos y ellos nos lo deben. Ojalá más Botubots, Castellanos y Manzanedos en este Valencia y ¡menos Lims, Murthys y príncipes de Johor y de Bel Air!

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