Bravo por la directiva del IES La Moreria

Pese a todo, el suicidio no genera tanto revuelo ni tiene tanta capacidad de penetración en nuestras vidas como los casos de violencia de género.

Por suerte hay gente extraordinaria con valor. Me refiero al equipo directivo del IES La Moreria de Mislata, en Valencia, que dimitió en bloque ante la imposibilidad de gestionar los 15 procedimientos por conductas suicidas entre los alumnos del colegio. Rápidamente la Conselleria ha reaccionado para conceder las peticiones de la directiva y poder afrontar la grave situación.

No tomar las decisiones acertadas afecta a muchas personas y no hacer las leyes correctamente causa dolor a víctimas y gente que trata con ellas.

Los bandazos que pegan los planes en la educación de nuestro país tampoco es que ayuden mucho a mantener un camino férreo en la formación y aplomo de nuestros jóvenes. Si con asignaturas suspendidas puedes pasar de curso ¿qué autoridad tiene el profesor? Si jugando al fútbol en el recreo los chavales se insultan e imitan lo que ven por televisión ¿qué profesor se mete a educar a esas futuras bestias que lo que hacen es acosar en vez de jugar?

Cuando muchos progenitores no saben aún que son los padres los que educan y que es en el colegio donde se enseña, aquí estamos con el suicidio como primera causa de muerte en adolescentes.

No quiero quitar importancia a las muertes por violencia de género, retransmitidas una a una en los medios de comunicación cada vez que suceden. Ojalá acaben ya. Pero imagínese el parte diario de suicidios teniendo en cuenta que en 2021 se superaron por primera vez los 4.000 suicidios a lo largo del año. Imagínese cuánta gente sufre problemas de salud mental si según la OMS, por cada persona que se suicida hay otras 20 tentativas. Si multiplicamos solo los datos de 2021, salen 80.000 intentos de suicidio en España.

Hay muchos profesionales haciendo un gran trabajo en la sombra, desamparados como los docentes del IES La Moreria de Mislata. Ellos son solo un ejemplo de valentía que representan a tantos que trabajan en silencio, sin ayuda y a menudo sin esperanza. Bravo por ese equipo directivo.