Bunbury y Miguel Bosé, cabezas de cartel

Este será un verano inédito en los últimos años, ya que se presenta yermo de festivales de música, esos que han proliferado hasta que no hubiera localidad con playa, río o pantano sin su cita estival con los grupos de moda. Uno tras otro han debido anunciar su cancelación arrastrados por los efectos del coronavirus, que no ha dejado un sector ileso. Todas las esperanzas están puestas en el otoño, época en la que -si no lo impide un rebrote- se espera recuperar la actividad y saciar de eventos a los que se han quedado huérfanos en estos meses.

Para entonces el mundo no será igual al que conocimos, aunque sigamos comportándonos del mismo modo, para bien y para mal. Y no será igual porque esta crisis nos ha puesto a prueba y cada cual lo hemos resuelto de un modo. Con más o menos nervios, con mayor o menor prudencia, con la rabia controlada o desatada... De todo ha habido.

Hace unos meses, por ejemplo, un festival con unos cabeza de cartel como Miguel Bosé o Bunbury hubiese interesado poco, para qué nos vamos a engañar. Ahora quizá despertase mayor curiosidad, aunque no por motivos musicales. Los dos han dado la nota en pocas horas y no por haber editado ninguna versión de 'Resistiré' o por componer el enésimo himno del confinamiento. A ellos les ha dado por otro lado.

El que fuese líder de Héroes del Silencio, que entre dos tierras estaba, se ha unido a las teorías de la conspiración y ha denunciado los supuestos planes que tiene Bill Gates para dominar el mundo. El movimiento se extiende por distintos países y sus fieles están convencidos de que el empresario ha urdido un complot para controlar a la humanidad mediante un chip con ayuda de la red 5G. Una manifestante en Roma contra esta causa aseguraba el otro día que Gates pretendía inyectarnos mercurio en las venas para convertirnos en robots. Es cierto que yo de 2020 me espero cualquier cosa pero esto sería demasiado. Bunbury lo cree y yo no tengo la culpa de verlo caer.

Más preocupante e irresponsables me resultan sus declaraciones poniendo en duda la conveniencia de las vacunas y asegurando que esta pandemia está ideada por instancias superiores con el objetivo de crear pánico.

En la misma línea se pronunció Miguel Bosé, acusando a Pedro Sánchez de ser cómplice de un plan macabro y supremacista. Mira que le están dando sopapos al presidente estos días, pero apuesto a que este no lo vio venir. El cantante-amante-bandido hizo un alegato a través de sus redes sociales clamando contra la vacuna, escudándose en las sospechas contra Gates.

Está muy poco valorado el silencio. Yo sé que todo el mundo tiene una opinión sobre cualquier tema, pero de verdad no es necesario que el resto del personal la conozca. Alguien debería recordárselo a Bosé y Bunbury, para que se afanasen mejor en recuperar su 'Don Diablo' o 'Lady Blue'. Serían males menores.