Acumular papeles con letra impresa por si acaso, porque te sabe mal desprenderte de lo bueno o malo que cuentan, viejo o nuevo, tiene su lado adverso, porque hay poco orden y concierto, pero también su parte positiva, porque de vez en cuando, al ponerte a aligerar algo el caótico montón, recuperas cosas curiosas, alguna olvidada que viene muy bien recordar y en ocasiones hasta auténticas perlas cultivadas.
Publicidad
La perla más reciente encontrada es la que dormitaba en una nota de la Generalitat Valenciana fechada el 12 de diciembre de 2018. O sea, casi del Pleistoceno; con las cosas que han pasado desde entonces. Proclama dicho escrito oficial que el presidente Puig «anuncia la puesta en marcha del Plan Agiliza para reducir los trámites burocráticos hasta un 30% y generar un aumento de la inversión de 500 millones al año». Nada menos.
Sorprende la llamativa relación entre la promesa de reducir el 'papeleo' y tan floreciente incremento inversor. Tardaron, pero se asume en las alturas de la Administración que la suma en un lado de la ecuación resta en el otro, por lo que convendría reducir allí para que aumente aquí. Y entonces cabe preguntarse: Si lo sabían, ¿por qué se hacían los remolones y no lo hicieron antes? Sí, ya sabemos que ni antes ni después, que todo sigue igual, o incluso ha ido a peor, pero es que arrastramos tanta carga de ingenuidad que acabamos creyendo este tipo de promesas cada vez que se prodigan. ¿Cuántas veces nos anunciaron lo mismo, en cuántas ocasiones se llenaron la boca los sucesivos gobernantes, en todos los escalones de la Administración, con aquello tan hermoso de la ventanilla única? Era tan utópico que en el enunciado, cada vez que lo decían, estaba el propio error de partida: lo repetían a menudo, unos y otros, de manera que ya no se trataba de una ventanilla única, sino de sucesivas ventanillas únicas, es decir, la reinvención de la burocracia multiforme pero como unidad de destino universal.
Aquel anuncio del señor Puig de hace sólo tres años y dos meses también escondía una argucia que podía dar a entender que no sería para tanto. Decía que el pretendido Plan Agiliza -¿alguien sabe algo del mismo?- se encaminaba a reducir los trámites burocráticos «hasta» un 30%. Luego también podía ser un 1%, o solo un 0,01%. Porque era «hasta». Y luego, en la letra menuda se entendía que no se trataba de reducir pasos intermedios e inútiles, sino de intentar avanzar en el tiempo de cada paso. Pues ni eso. Lamentablemente no se ha agilizado nada, el enredo va a peor. Y no sólo por efecto de la pandemia, que tanto sirve como excusa en tantas cosas que no tienen por qué.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Una moto de competición 'made in UC'
El Diario Montañés
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.