Urgente Aemet avanza la previsión del tiempo en la Comunitat Valenciana para el domingo 23 de febrero

La inflación aprieta, aunque se ha moderado algo últimamente, pero lo que más preocupa a los expertos es la subyacente. Si tienen dudas, pongan algún ... experto en sus vidas. Lo yacente, para entendernos, es lo que está ahí, a la vista; lo subyacente, sin embargo, queda fuera del horizonte inmediato, como amagado, a salto de mata.

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El nivel de confianza ciudadana, por ejemplo, que es un índice molón que nos ilustra sobre el grado de optimismo o pesimismo que anida entre nosotros, anda bajo, por la crisis, la guerra, la postpandemia y toda la cohorte de incertidumbres que salen a diario en noticiarios. Pero es la medida de orden yacente, la que palpan los sociólogos que son capaces de medir estas cosas a través de indicadores, encuestas y vericuetos; luego está la subyacente, más peligrosa, porque está pero no está, o como si no estuviera aún; sabemos que anda por ahí, la notamos amenazante, sale cuando sale y tememos que acabe hiriendo.

Los cabreos subyacentes también llevan más riesgo por lo mismo: andan larvados y un buen día estallan. Alguien se pone a gritar de repente, es un suponer, ante la garita de una oficina donde le piden firma digital, o si no resulta que es un no es, y le indican que con la firma digital pida cita previa, cita digital. Mientras todo va en plan didáctico, aunque con carga absurda, y la respuesta sólo es la perplejidad resignada, todo se desenvuelve conforme lo previsto, pero si el administrado no puede soportar la presión subyacente y deja al fin que estalle, la perplejidad cambia súbitamente de bando y de pronto se obra el milagro que se negaba: aparecen instancias en papel, instrucciones milimétricas y facilidades, incluida una cita con fecha cercana. Cita previa, al fin y al cabo, pero presencial, analógica, cara a cara y explicando dudas y soluciones, como antaño. O sea, pragmático y sostenible.

Las firmas energéticas no dejan contactar para cambiar a tarifas TUR y el Gobierno mira hacia otro lado

Noticia de tipo yacente es -otro ejemplo- que el Gobierno anuncie que no nos faltará gas ni luz, que ahorrando un poquito seguro que no habrá racionamiento. Otra cosa es el precio. Y la gente se ha puesto a batallar por pasarse a tarifas TUR, reguladas por el propio Gobierno y bastante menos caras que las otras, las libres, que vienen a significar que las compañías son libres para subirlas como quieran. Pero va y resulta que los teléfonos para acceder a la TUR no funcionan, nos esquivan, y también las webs, y Competencia, tan alerta siempre ante estas cosas de la libre competencia, se hace la remolona y no arbitra, todavía, y el Gobierno mira hacia otro lado, no hace lo que el sorprendido ciudadano espera. Así que lo subyacente va subiendo de tono y el cabreo se extiende por nuevos campos y disciplinas.

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