Dudo sobre si la decisión de extraer un grafiti del artista valenciano Jesús Arrúe de una pared de Valencia para exponerlo en un museo es un acierto o una contraposición a lo que significa el arte urbano en sí. La obra es un retrato de ... David Bowie y se encontraba en un muro que iba a ser derribado para construir lo que sea. Todo arte tiene sus reglas, incluso el penado por ley, como es el caso del arte callejero en su versión grafiti. Si hay algo que diferencia a las obras de arte urbano es que no son eternas y lo saben sus autores. En esta ocasión un grupo de especialistas del máster de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la UPV se ha encargado de trasladarlo al claustro gótico del Museo del Carme. Una obra como la de Bowie de Arrúe permanecería en la calle hasta que otro pintara encima o el tiempo lo permitiera, de lo contrario pierde el encanto y la singularidad de ser una obra efímera.
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Pasear por ciudades como Berlín es abrir un mundo ilimitado al placer artístico donde collages, plantillas, murales, colores, figuras y mensajes políticos poetizan una ciudad cargada de una tensa, fría y reciente historia. El arte urbano que respiran sus distritos bien merece una escapada para disfrutar, a coste cero y lejos de los precios de cualquier entrada a un museo, de la crítica, la realidad y la denuncia auténtica de la sociedad. Desde el distrito de Mitte al barrio obrero de Kreuzberg, donde cada calle o esquina son paradas obligatorias para descubrir obras escondidas. Hay huellas de Banksy (el pseudónimo de quien se supone artista británico nacido en los 70), El Bocho (reside e interviene en Berlín), One United Power, más conocidos como 1UP (la crew de graffiti actual más destacada a nivel mundial), con obras que varían desde formatos grandes en murales de 15 metros a maravillas como el callejón de los Pollos Muertos, un lugar poco conocido en el sur de la ciudad que derrocha talento por todas sus paredes.
Tal vez, Banksy sea el artista más conocido en el mundo por sus obras en lugares clave del planeta. Únicas e irrepetibles, efímeras, es arte urbano y va implícito en ello. En Valencia, lo de arrancar el trozo de pared con el grafiti para llevarlo a un museo me chirría, con toda mi admiración y respeto al artista Jesús Arrúe, por mucho que Madonna comprara una de sus obras en la Meninas Madrid Gallery de 2019. Un Velázquez es a un museo lo que el arte urbano es a la calle. Creo que permitir que un grafiti rompa las normas del Art Street es dejarse acariciar por el mainstream.
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