Perdura la resaca electoral madrileña con paracetamol para los más satisfechos tras los espectaculares resultados, y la extremaunción para algunos que los han puesto mirando a Cuenca. En la nueva forma de hacer política no han ganado ni han perdido los partidos, tampoco la derecha ... o la izquierda, han triunfado o fracasado los candidatos. La derecha ha despertado jugando las mismas cartas que la izquierda. Una candidata como Ayuso rompe muchos de los esquemas de la política actual: naturalidad en la toma de decisiones sin complejos en la figura de una mujer que traslada la imagen de ser normalita, del montón, vamos, como usted o como yo.
Publicidad
Ha sido Ayuso la que ha provocado la avalancha del voto popular, más que las propias siglas del PP. En el lado opuesto, Ángel Gabilondo, el candidato socialista, daba penica en la comparecencia tras los resultados al sufrir la envolvente que le ha hecho Sánchez desde su propio partido. Todo vuelve al sitio.
El personaje que mayor daño ha hecho a la democracia española, Pablo Iglesias, quiso dar la imagen de mártir al dejar todos sus cargos políticos para marcharse bajo el argumento de que ya no aporta nada. A la lista del paro no se irá, descuide, que lo tenía todo bien atado y si no, espere a ver dónde y con cuánto acaba en el bolsillo al mes. El modelo Iglesias es el maravilloso 'rojo gran confort', el gran timo de la política de los últimos años. Y es que la mentira tiene las patas muy cortas, tal vez por eso acabó dedicándole un mariachi en la sede de Podemos, la popular canción 'Rata de dos patas' de Paquita la del Barrio, cuya letra dice: «Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho...». Letra recomendada, no como las de hoy que van de modernos.
Me ha contado mi amiga Sibila que se chismorrea que los líderes del bloque de izquierdas desayunan Fortasec, aunque el tripartito valenciano no quiera ver similitudes madrileñas con el cap i casal. Nada ayuda a que aparezca un perfil como el de Carlos Mazón, con posibilidades de presentar batalla divertida en un momento político que puede jugar a su favor. Madrid supone un antes y un después, la retirada de una Isabel Bonig que se ha ganado el mayor de los respetos a lo largo de estos años al frente del PP valenciano, pone en bandeja al posible futuro candidato Carlos Mazón la oportunidad de asaltar el Palau. No le será fácil, pero Mazón sabe lo que es ganarse un lugar y sobre todo tiene ganas de hacerlo divirtiéndose, que falta nos hace a la prensa y para espabilar a los que ahora están en el poder.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.