Borrar
Urgente Una acusación pide a la juez de la dana que reclame la 'caja negra' del sistema de Emergencias

El caótico Nomdedéu

ESPADAS ·

Bastante hizo cambiándole el nombre al Servef

Lunes, 12 de diciembre 2022, 00:13

Poco se le puede reprochar al secretario de Empleo por el hundimiento del edificio de Labora en Ibi ocurrido el domingo día 4. Bastante hizo ... Enric Nomdedéu cambiándole el nombre al Servef. Porque el nombre no hace la cosa, pero da indicio de ella. Y el aire que desprendían todas las oficinas del Servef hasta que Nomdedéu las remozó, redecoró y rebautizó era, admitámoslo, deprimente. Cierto es que hace nueve meses se rompió una viga y que la aparición de nuevas fisuras hace tres aconsejaron el desalojo de ese ala del edificio. Mas, ¿qué culpa tiene el hombre de que el informe técnico solicitado sobre la estabilidad del inmueble no llegara hasta el viernes cuando los funcionarios estaban cerrando la ventanilla, como quien dice? Menos que Gloria Tello de la ruina del Palau. El horario de oficinas es sagrado. El departamento hizo lo que tenía que hacer a su debido tiempo. Reparó la viga cuando se partió y solicitó un dictamen pericial cuando se reprodujeron las grietas. En consecuencia no se puede acusar a Nomdedéu ni de no haberse desplazado a Ibi para comprobar la magnitud del derrumbe, por cuanto el siniestro, que aplastó dos coches y cubrió la calle de escombros, se produjo en la madrugada del domingo. Y el abnegado subsecretario es un decidido patrocinador de la semana laboral de 32 horas. Un comprometido luchador por la ampliación de los días de asueto que si hubiera interrumpido su descanso habría sido tachado de incoherente. Y eso sí que no. Además, cuando la delegación de Ibi empezó a flaquear el secretario estaba enfrascado en mil historias. Debía asegurarse de que Ribó no claudicara ante quienes cuestionaban la legalidad y el sentido de la cesión de la base del Alinghi a Trabajo. Mantener los planes previstos para convertir aquel hangar en una oficina de empleo con vistas al mar constituía para él una prioridad en aquel entonces. Y apenas si le quedaban huecos en la agenda para celebrar la adquisición de un corrector de lenguaje inclusivo y otras aplicaciones informáticas. Toda vez que de defender su posición en la red se ocupa en sus horas de asueto, como los probos políticos. No. No se le puede pedir más a quien, como aseguró Mónica Oltra en la presentación de la obra, «es caótico como su novela». Es tan caótico y gaznápiro que ha escrito 'Sexe, llibres' y no sé qué más para justificar la última trastada conocida que cometió siendo concejal -cargar al Ayuntamiento de Castellón el reparto de propaganda electoral de Compromís-. Y ha cometido el error de emplear la misma excusa que empleó Manuel Mata y todos los regidores, diputados, consejeros, presidentes, etc. que son sorprendidos en falta. Que fue víctima de una conspiración judicial.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El caótico Nomdedéu