Lo de Casado ayer me da que pensar

El presidente del PP tuvo ayer una espectacular ocasión para hacer algo más que pasar de puntillas por el tema que capitaliza la política valenciana. Porque la gestión de la Comunitat, empieza y termina en el dinero que dispongan los que la gestionan para hacer sus políticas. Así que, lo queramos entender mejor o peor, la financiación es el meollo de la cuestión. Es la economía, estúpido, que fue el argumentario interno que Bill Clinton utilizó para convertirse en presidente ante Bush. Pues eso.

Me da que pensar que:

-En el momento en que la financiación ocupa un lugar importante en el debate político nacional, con las autonomías agrupándose en función de los criterios que cada uno defiende para el reparto...

-En la plaza de Toros de Valencia, capital de la Comunitat, región más perjudicada por la infrafinanciación, convertida en el primer escenario real en el que Pablo Casado, presidente del PP, se da un baño de masas porque en tres años no había podido hacerlo realmente...

-En el territorio de una líder local (María José Catalá) y un líder autonómico (Carlos Mazón) que Génova ha aupado al poder orgánico. Génova, o sea Casado...

-En una región donde uno de tus puntales discursivos como oposición es lo mal que Puig defiende los intereses de la Comunitat ante Sánchez y el modo en que «ha bajado los brazos» en el tema de la financiación, según los dirigentes del PP...

...en ese momento, en ese lugar y en esas circuntancias, Pablo Casado, que conoce lo del asunto de la infrafinanciación al dedillo, pase de puntillas. ¿Da que pensar, no? Ni un compromiso que Mazón pueda echarse a la boca. Su presidente, y aspirante a presidir el Gobierno despachó el problema con una mención como uno de sus buenos propósitos si llega a la Moncloa... sin mucho más énfasis que el utilizado para hablar de las carencias de otras regiones.

Llámenme raro. Pero ni cuando llegaron unos ni cuando lo hicieron otros se ha arreglado este problema, así que la sobriedad de Casado me da que pensar. Como Mazón ya da por hecho que él presidirá la Generalitat y Casado el Gobierno, que vaya poniendo fecha, a partir de 2024, para arreglar aquello que Sánchez parece incapaz de solucionar. Que sí, que se debería resolver antes, pero ¿y si no? Que pongan plazos y una hoja de ruta, y se comprometan a cumplirlos. El resto, pamplinas.