
En el centenario de Galdós
GRANDES ALMACENES ·
Los 'Episodios Nacionales' revelan que muchos problemas de la España del XIX siguen irresueltos en la del siglo XXIRAFA MARÍ
Lunes, 19 de octubre 2020, 07:34
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Los 'Episodios Nacionales' revelan que muchos problemas de la España del XIX siguen irresueltos en la del siglo XXIRAFA MARÍ
Lunes, 19 de octubre 2020, 07:34
Estudio de Clarín. Estudio de Clarín. La naturalista, robusta y prolífica obra de Benito Pérez Galdós (Las Palmas, 1843- Madrid, 1920) es uno de los más hermosos patrimonios de la literatura española. Un tesoro. Leopoldo Alas 'Clarín' cuenta en su estudio crítico biográfico de Galdós (incluido en 'Galdós, novelista', Renacimiento, 2020) que conoció al escritor canario en el salón de retratos del Ateneo, «en el Ateneo nuestro, el antiguo, el bueno, el de Moreno Nieto y Revilla».
Prefería oír.. Clarín, otro grandísimo escritor ('La Regenta',1884-1885, es una obra maestra) describió con ironía bondadosa a su admirado Galdós: «La frente de Galdós habla de genio y de pasiones por lo menos imaginadas. Sus ojos son penetrantes (...) No viste mal... ni bien. Viste como deben hacerlo todas las personas formales para ocultar el desnudo, que ya no es arte de la época. No habla mucho, y se ve luego que prefiere oír, pero guiando a su modo, por preguntas, la conversación».
Iracundo Valle Inclán. Dice Clarín en el citado estudio sobre Galdós: «En nuestra literatura va reinando el silencio de las tumbas. Ya ni el escándalo hace ruido. Ya no hace ruido más que la política». En su época, algunos desdeñaron el estilo literario de Galdós. En 'Luces de bohemia' (Valle Inclán, 1920), el personaje de Dorio de Gádez se refiere a Galdós como 'Don Benito el Garbancero'. El calificativo hizo fortuna en algunos sectores, más movidos por la envidia que por la justicia literaria. Incluso continúa citándose en nuestros días. Es asombroso, porque Galdós escribía con riqueza verbal y técnicas narrativas distintas. Pero no olvidemos que lo de 'garbancero', término muy despectivo, procede de un modernista de ficción venido a menos, no del propio Valle (por otra parte, que se mostraba siempre tan iracundo).
46 novelas históricas. Los 'Episodios Nacionales' de Galdós son una lúcida crónica sobre los deseos, temores, grandezas y miserias del pueblo español. Leer las 46 novelas históricas de este empeño magno revelan, capítulo a capítulo, que muchos de los problemas -principalmente políticos- de la España del siglo XIX siguen irresueltos en la España del siglo XXI.
La ciudad. En el prólogo de 'Galdós, novelista', afirma Adolfo Sotelo Vázquez: «Los textos galdosianos convocan una y otra vez las calles y el mundo social de Madrid. Madrid era el correlato del Londres de Dickens y, sobre todo, del París de Balzac. Balzac es el primer creador que establece la solidaridad entre la ciudad y la novela. El efecto de realidad es el verdadero caballo de batalla de la novela realista. La ciudad vertebraba las narraciones en sus aspectos materiales, geográficos y morales». Madrid, con sus calles y su quehacer colectivo, se convirtió en una fuente inagotable de inspiración.
Disparates. No fue Galdós un escritor sentencioso. En sus novelas y obras teatrales no abundan los aforismos. Su estilo se basa en el fluir de las cosas, sin buscar deslumbramientos fugaces. Pero algunas frases suyas son maravillosas. Elijo una de ellas: «Un hombre tonto no es capaz de hacer en ningún momento de su vida los disparates que hacen a veces las naciones, dirigidas por centenares de hombres con talento» ('Trafalgar', relato inicial de los Episodios).
Las guerras. Hablemos, por ejemplo, de las guerras. No las hacen los hombres tontos. Los tontos son la carne de cañón. Las organizan y llevan adelante «centenares de hombres con talento».
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