Los chanchullos de Compromís

EL ESTADO DE LA COMUNITAT VALENCIANA ·
No es ilegal que la mitad de los contratos de la Feria de Julio se los lleve una empresa ligada a la coalición. O que la exfirma de Galiana siempre trinque. Sí es una obscenidad

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 25 de julio 2021, 01:06 | Actualizado 12:27h.

De forma poco clara. La lengua castellana es muy sabia. Disfruto acudiendo al diccionario y deleitándome con las descripciones. Veamos qué dice la Real ... Academia Española de chanchullo: «Acción de una persona o acuerdo entre varias personas para, de forma poco clara, conseguir un beneficio sobre un asunto en perjuicio de otros». ¡Vaya, justo lo que lleva años pasando en el Ayuntamiento de Valencia con la concesión de contratos menores! Porque el encargo de lotes y faenas institucionales varias por parte del Consistorio a amigos, conocidos, personajes ligados a Compromís y colegas diversos, abusando de un procedimiento como el de los contratos menores -aquellos entre 15.000 y 40.000 euros y que se adjudican sin concurso público, o lo que es lo mismo, por dedazo-, es un exceso que ya ha denunciado varias veces el Síndic y que el año pasado supuso más de 7 millones de euros entregados «de forma poco clara». Lo que se hace en el Consistorio de Ribó y con Compromís como actor principal no es ilegal. Ni siquiera se le puede llamar corrupción. Se acoge a una norma. Pero es una obscenidad. Una sinvergonzonería. Un chanchullo de tomo y lomo. Ah, qué bello es el castellano.

Amiguitos del alma. La famosa y cariñosa forma que empleaba 'El Bigotes' para dirigirse en sus llamadas telefónicas a Paco Camps, y que tan gráficamente nos han detallado las conversaciones telefónicas grabadas durante las investigaciones judiciales, bien podrían ser expresiones usadas ahora entre los que ostentan el mando en el Consistorio de Valencia y los que acaban trincando los contratos a dedo del Ayuntamiento. «Amiguet de l'ànima...», empezarían en este caso las conversaciones. Como las que sirvieron para que la mitad de los contratos de la Feria de Julio (con conciertos, en plena pandemia) fueran a parar a empresas ligadas a un miembro de Compromís. O «amiguet de l'ànima» al cerrar el acuerdo de uno de estos conciertos con Produccions Metrònom, cuyo socio único, ¡oh, casualidad, es Luis Óscar García Soriano, miembro del Secretariat Nacional de Bloc i País y candidato en dos ocasiones en las elecciones municipales de la Vall d'Uixò por Compromís.

¡Anda, amiguet! Pero si resulta que el paisano Soriano ya se llevó a la saca el mes pasado otra contratación para organizar las fiestas de Carpesa. ¿Quién se lo concedió? La Concejalía de Pedanías, con Lucía Beamud al frente. Otra vez Compromís. Sin duda es todo fruto de la profesionalidad, nada tiene que ver que compartan carné de partido. Hay que ver cuánto desconfiado... Por cierto, la misma empresa que ya se llevó el contrato de la descerebrada cabalgata de Reyes, la que se celebró con el máximo pico de la pandemia y que dejó multitudes en la plaza. Pero aquí nunca pasa nada...

De César a César. Ya no vale aquello de 'la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo». Se queda corto. Aquí ya hasta el propio César acaba pareciendo un poco golfo. La firma Sagarmanta se queda con un bocado de casi 250.000 euros por el concurso de instalación de infraestructuras y servicios complementarios para los espectáculos musicales de la Feria de Julio. ¿Un cuarto de kilo para la firma en la que trabajó el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana? ¿Pero cómo se puede tener la cara tan dura y la poca vergüenza de ejecutar estos chanchullos, compadreos y acuerdos de patio de colegio con el dinero público? El ministro de Sanidad británico dimite tras darse el lote con una asistente. Aquí no paran de repartir lotes y ni un 'perdone'.