Urgente Mazón arremete contra la Aemet por la fallida previsión de la dana y la CHJ por el silencio sobre el barranco del Poyo

Qué gran oportunidad para Valencia. Todo un edificio -y qué edificio-, el de Correos. Veinticuatro millones ha invertido el Consell en la compra de patrimonio. ... Es la oportunidad de crear un punto de encuentro emblemático, de abrir una nueva ventana al arte, al conocimiento, a la historia, a la tecnología, al mundo. Una inversión, de momento, sólo en continente, ilusionante pero discutible, a falta de planes concretos para el edificio: veinticuatro millones para soñar con otra ciudad. Sabemos que no albergará la Dama de Elche, que sigue desterrada en Madrid. Y poco más. El valor real de la inversión del Consell se revelará cuando se conozca el uso que se va a dar al edificio. Quién sabe si este sólido baluarte del pasado plantará cara o se someterá a los aires de la nueva ciudad-trencadís, sin brillo, que va emergiendo a golpe de varita de Ribó: plomiza, enemiga del coche, señalizada hasta la bandera, peligrosa para el peatón y sucia.

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Lo denuncian los vecinos, junto con la señalización y la tributación, para gozo de la oposición, y lo graban los adolescentes de camino al colegio. ¡He grabado una rata! ¿En tu casa? Pregunto, a la vista del entusiasmo desbordante de mi sobrina. No, no, en la calle. ¿Quieres verla? Va cazando visionados de la rata con el mismo candor con el que Díaz busca votos para su reforma laboral entre aquellos a los que prometió la derogación. Es muy mona, argumenta para convencerme, en un registro propio de la edad que tanto choca en una vicepresidenta, pero que es signo de los tiempos. Se alternan el entusiasmo y las explicaciones. Porque el vídeo, como la reforma, es muy corto: corre la bola peluda de color claro a esconderse bajo una tabla. Nos quedamos con ganas de levantar las tablas para ver cuántas había debajo, dice con verdadera pena.

Las propuestas de los arquitectos consultados por LAS PROVINCIAS apuntan alto: un espacio tecnológico para gente joven, un Museo de la Arquitectura, un Museo de Historia de la Ciudad, una sede de eventos mundiales o un espacio cultural. ¿Cuál será su destino? El modelo de ciudad que se va revelando año a año divide por las actuaciones radicales, porque no discrimina y ataca a todas las células, las que funcionan y las que no, con fuertes inversiones irreversibles en un municipio que, conforme avanza, se diluye. ¿No puede Valencia ser una gran ciudad, comprometida con la ecología pero también con el progreso? Limpia y bañada por la luz mediterránea, sostenible y atractiva para el que la vive, para el turista nacional y extranjero, para los que se asombran, aman, respetan e invierten con la mirada.

¿No puede Valencia ser una gran capital, comprometida con la ecología pero también con el progreso?

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