Borrar
Urgente Lluvia de premios en La Primitiva hoy: más de 193.280 euros entre diez jugadores este sábado

Civismo, salud y sostenibilidad

Martes, 19 de noviembre 2019, 07:43

Hace poco paseando por el centro de València paré en un paso de peatones. Durante la espera, una persona a mi lado tiró al suelo un resto de papel que llevaba en las manos. «Perdona, se te ha caído una cosa», le dije para intentar que recapacitara. Me miró desafiante, ignoró mi interpelación y continuó su trayecto. Mientras el gurruño era arrastrado por el viento hacia la calzada, una señora de avanzada edad, que también fue testigo de la escena, era cómplice de mi estupefacción. La mujer exclamó enojada: «¿Esto lo hará en su casa? ¡Qué falta de respeto!». Mucha gente hoy en día no tiene claro que el mantenimiento del espacio público depende en buena medida de quienes transitamos por él. Mi madre siempre nos ha recordado en casa un refrán que mi abuela le grabó a fuego: «No es más limpio el que limpia, sino el que menos ensucia». Es uno de los axiomas más acertados de la sabiduría popular que seguro han escuchado alguna vez y que recuerdo cuando observo porquería hacinada en las esquinas, bolsas de basura alrededor de un contenedor cuyo interior está vacío o excrementos de perros en mitad de la acera que debes esquivar como una yincana si no deseas llevarte el 'premio' a casa. La necesidad de reforzar el saneamiento es una reivindicación constante de la Federación de Vecinos que debería acometerse primordialmente así como la implementación pormenorizada de la reforma de la ordenanza de limpieza aprobada hace poco que recoge además sanciones para aquellos dueños que no retiren la orina de sus mascotas en la vía pública. A los malos olores que ocasiona esta problemática se añade el deterioro de farolas, semáforos y demás mobiliario urbano que provoca el corrosivo goteo de los más de 90.000 canes censados en la capital del Túria, casi un millón en la Comunitat. Debería ser lo habitual ver a un propietario retirando las deposiciones de su chucho considerando que según la normativa vigente «no recoger de inmediato los excrementos de animales por parte de sus propietarios o tenedores» constituye una infracción. 'Chapeau' por un reglamento al que solo le falta que se cumpla. La guerra contra los amos incívicos ha llevado a algunos ayuntamientos como el salmantino de Carbajosa de la Sagrada a contratar a detectives para multarlos.

Si recorrer una calle libre de suciedad y desechos puede resultar misión imposible no lo es menos respirar algo de aire puro. Sobre todo para los no fumadores que se tragan el tufo del cigarrillo del prójimo. A la prohibición de fumar en las paradas de la EMT podría adherirse alguna otra medida que paliara los nocivos efectos del tabaquismo pasivo, oficialmente calificado por la OMS como «cancerígeno». Es un problema de salud pública urgente. Está demostrado que el humo del pitillo contamina más que el de los coches. Así que desplazarse de manera sostenible en el entorno urbano debería implicar mucho más que poder circular por un Anillo Ciclista.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Civismo, salud y sostenibilidad