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Con la comida no se juega

Lunes, 13 de junio 2022

El mundo dispone de alimentos para todos pero no todos pueden acceder a ellos. El Papa Juan Pablo II hace casi treinta años lo describió como la «paradoja de la abundancia». En diciembre de 1992, durante su discurso en la Primera Conferencia Internacional sobre la ... Nutrición señaló que ese reparto desigual era el principal escollo que impedía solucionar los problemas sobre la distribución de comida en el planeta. Tres décadas después la radiografía que describió el pontífice no ha cambiado. Asistimos a una tormenta perfecta dentro de una tormenta perfecta. De esta manera tan gráfica ha advertido el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas sobre una crisis global sin precedentes. David Beasley avisa de que a día de hoy el precio de los alimentos es nuestro «problema número uno», pero el año que viene lo será la disponibilidad de los mismos. El primer ministro italiano vaticinó hace unas semanas una catástrofe alimentaria de «proporciones gigantescas y terribles consecuencias humanitarias» tras mantener una conversación telefónica con Putin. La guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania está agravando unas cifras que se recrudecieron con la pandemia. La hambruna acecha a cerca de 50 millones de personas. Y la inseguridad alimentaria grave se ha duplicado hasta afectar a 276 millones, según los últimos datos aportados por el secretario general de Naciones Unidas.

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