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Urgente El Eurojackpot de este martes deja dos nuevos millonarios con un premio de 1.018.444,20 euros

La cosa se complica

Sábado, 25 de enero 2020, 09:11

Visto y no visto. En apenas nada hemos pasado del defecto al exceso de temas con relevancia informativa. Y es que a todo lo previsto y agendado se ha sumado una naturaleza desbocada y trágica que ha terminado por colmar el vaso del cabreo patrio.

La gota se la lleva el valenciano Ábalos, flamante ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que después de hacer el papelón de negarlo, ha terminado reconociendo que sí se vio con la número dos de Maduro. De ser ciertos todos los datos trascendidos cabría preguntarse: ¿qué hace un ministro de madrugada dentro de un avión y durante más de una hora con una pasajera que tiene vetada su entrada en territorio español por vulnerar derechos humanos? Pero si en verdad el ministro no sabía que la señora iba en el vuelo como asegura, ¿por qué no se bajó del avión al minuto uno? Se hace difícil pensar que Sánchez hubiera autorizado un encuentro que contraviene a la UE y que además coincide con la negativa que le ha dado a quien reconoce -junto a un centenar de países más- como el legítimo presidente de Venezuela. Desmarcarse de la política que siguen nuestros aliados podría pasarnos factura. Algunas voces señalan a los Montero-Iglesias, como posibles promotores del desaguisado.

También parece un error el anunciar ahora la reforma del Código Penal para modificar entre otros asuntos, el delito de sedición. Lo que podría ser una amnistía encubierta para Oriol Junqueras y compañía, que cumplen condena por el 'procés', el discurso oficial asegura que es para homologarnos al resto de Europa. Con la de cosas a solucionar en España, ya es casualidad que un asunto que afecta con carácter retroactivo a cuatro gatos se haya tratado en un Consejo de Ministros que acaba de empezar a andar. Hay que ser inocente y el verso suelto de García-Page no lo es.

Y si a esto añadimos que Sánchez es quien 'afea' al Tribunal Supremo al mantener en agenda la reunión con un Torra inhabilitado, la cosa ya es de nota. Si la pérdida de su condición de diputado conlleva también cesar como MHP, ¿en condición de que se reunirá el presidente del Gobierno de España con él? Solo falta ahora que los herederos de Batasuna y de un Txapote que hace 25 años mató a Gregorio Ordoñez de un tiro en la nunca, consigan la expulsión de la Guardia Civil del País Vasco y Navarra. «Alde hemendik» les decían. Confiemos en que Sánchez tenga buen ojo y no termine siendo rehén de quienes le facilitaron el cargo.

De momento, para distraernos de tanto razonamiento profundo ya tenemos asuntos como el pin parental, los cincuenta euros del salario mínimo o la oportuna 'metida de pata' de la ministra Isabel Celaá con lo de «los hijos no pertenecen a los padres». Si tuviera varios, se los enviaba.

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