Borrar
Urgente Aemet adelanta la previsión del tiempo en Semana Santa y avisa de lluvias durante los días grandes
EFE
El coronavirus del paso atrás

El coronavirus del paso atrás

EL ESTADO DE LA COMUNITAT VALENCIANA ·

Venceremos al Covid. Recuperaremos la normalidad. Lo que no tengo tan claro es que sanemos las heridas que nos está dejando en el alma. De lo que nos ha alejado

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 14 de febrero 2021, 07:22

Desde mi ventana. Escribo estas líneas desde la habitación en la que estuve tres semanas confinado. Creo que vuelvo a ella a veces como en una especie de 'síndrome de Estocolmo'. Pienso en cada palabra mientras miro a través del cristal que era casi mi único resquicio al mundo exterior cuando el Covid se presentó en mi vida. Hace ahora casi un año, cuando el mundo dio un vuelco con la irrupción del virus. Nada de extraordinario tuvo mi caso. Apenas tuve síntomas, sane bien y no parece haberme dejado secuela alguna. Ni por dentro ni por fuera. Pero seguro que muchos de los que leen estas líneas han visto esas heridas que el zarpazo del coronavirus causa en el interior a muchas personas. En corazón, cabeza y alma.

Yo las he vislumbrado ya varias veces. Cuando te pones a hablar con alguien, te acercas en exceso, y el otro acaba dando un lento y temeroso paso atrás. Como el que antes se alejaba en la calle al aproximarse un extraño. Un gesto de lógica y sana precaución por la distancia de seguridad, pero con el miedo como principal motor de ese movimiento. El mismo temor que oyes en tu interlocutor cuando sueltas aquello de 'a ver si nos vemos, a ver si quedamos', y que es recibido con una mirada de inquietud, con un temblor de duda en la voz, con la muletilla de 'a ver cuando todo esto acabe...'. El mismo miedo que notas cuando pasas demasiado cerca de alguien por la calle o le animas a compartir el ascensor. Sé que son medidas necesarias. Que estamos en guerra contra el virus. Que hay que hacerlo. Pero mi temor es que ese pánico no salga ya de muchas vidas, que distancie a amigos, familiares, compañeros de trabajo, parejas...

Sin vacuna. Y para ese 'virus' del alma no hay vacuna. Mucho se habla de las dosis que van a lograr poner coto al 'bicho'. De los planes, de los turnos, de los polideportivos y grandes estadios que se van a dedicar a esta labor. Pero casi tan magna batalla es la que hay que librar por lograr reponer la salud mental.

Seguramente sea una macabra casualidad, pero esta semana en Valencia hemos tenido noticias de hasta tres suicidios. Otra funesta prueba de lo muy necesaria que es la atención de las dolencias psicológicas, de los miedos, de las angustias... De lo vital que es lograr no sólo que las vacunas alejen el coronavirus de nuestro cuerpo, sino también desterrar luego esos pavores para que volvamos a recibir un abrazo con los brazos bien abiertos, que regresemos a esas mesas abarrotadas con tapas y cañas, que la mesa de la abuela vuelva a ser plena y tranquila, que volvamos a los caminos de nuestros pueblos e infancias, que vivamos de nuevo plenamente, sin miedos ni pasos atrás. Vayamos alimentando cada día esos 'anticuerpos' en nuestro interior. Esa vacuna la llevamos dentro.

Y ahí siguen los políticos. Y una semana más, hay algo que no cambia. Ahí siguen en sus puestos los alcaldes de Rafelbunyol, El Verger, Els Poblets, Villahermosa del Río, La Nucia y Benlloch. Con todo su morro, como si el hecho de haberse puesto la vacuna antes de lo que marcaba el protocolo, por delante de ancianos, discapacitados, sanitarios y policías no fuera con ellos. Como si los gestos que sí han hecho líderes sindicales como el de CC.OO., dimitiendo con honra, o el obispo de Orihuela-Alicante, renunciado a su segunda dosis, no significaran nada para ellos. Ahí siguen, en su poltrona, sin que los partidos se pongan tampoco de acuerdo para echarlos con una moción de censura u otro mecanismo democrático. Hay cosas que no tienen ni cura ni vacuna, como la desfachatez.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El coronavirus del paso atrás