Urgente Lluvia de premios en La Primitiva hoy: más de 193.280 euros entre diez jugadores este sábado

Mis amigos saben que no me gusta cumplir años y que no respondo a las felicitaciones con la esperanza de que hayan ido al destinatario equivocado, pero no puedo evitar cumplir libros. Tuve libros de pequeño, desde luego Tintín y un personaje del que ya nadie se acuerda llamado Hilitos. Libros de adolescente, ahí me encontré con Homero, Poe y Bécquer, por ese orden. Libros de juventud, la edad de las novelas, 'Don Quijote', 'El señor de los anillos', 'Trafalgar', aunque como el propio Galdós me enamoré de la protagonista de 'Gerona', ya ves tú... Y la madurez me llegó a lomos de un ensayo, 'La infancia recuperada', y cargada de historiadores, de Suetonio a Duby, y de poetas, Cavafis, Cernuda, Colinas, Marzal... Por eso sé que se acerca mi tercera edad lectora, pues me dejo los libros que no me gustan, me esfuerzo por estar al cabo de las novedades y las pilas de recomendaciones pendientes semejan columnas salomónicas en mi mesita de noche.

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Lo mismo sucedía con las canciones del verano de Georgie Dann. He crecido cumpliendo canciones de Georgie Dann más que años. ¿Y quién no? Sólo hay que repasar la lista de sus temazos para darse cuenta de hasta qué punto ha jalonado nuestras biografías. El 'Casatschok', sin ir más lejos, fue la canción del festival de fin de curso del parvulario AyS (Alegría y Sinceridad) en 1970, yo salía de pareja de Petruska, la que toca la balalaica, creo, y me caí de culo para regocijo de todas las madres menos de la mía. ¿Y 'El bimbó'? Verás qué fácil es bailar bimbó... 1975, Franco seguía amojamado y amojamando, pero la Juliana, la Berna y la Vicen ya salían los jueves por la tarde con tipos que siempre se parecían a Sandokán y le daban alegría al bimbó. Por no mencionar 'Carnaval, carnaval' o 'El negro no puede' de los ochenta, el combustible de todos los trenecitos en las bodas de mi generación. Cari, dale vueltas a la servilleta y ponte la corbata en la frente que nos vamooos... Y unas décadas después, 'El chiringuito', 'Los huevos' y 'La barbacoa' con las que hacemos el trenecito en las segundas bodas de mi generación. Un huevito por allí, un huevito por allá, cha, cha, cha. No falla.

Georgie Dann tiene un éxito para cada una de mis edades. Su infinita producción y la simpatía con que siempre trata el mismo asunto lo convierten en el Beethoven de las verbenas. Con tanta peste y tan poca electricidad la pachanga ahora consiste en el mero vivir, conque dadme libros y canciones del verano porque los muertos ni leen ni bailan. Los cumpleaños se los dejo a los tristes que necesiten semejante cuenta atrás.

La simpatía con que siempre trata el mismo asunto lo convierten en el Beethoven de las verbenas

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