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LA CUEVA DEL BILLAR EN VALENCIA

La cantina ·

Los mejores jugadores de España van a estar en este joven club que, como todos, tiene idealizada 'El color del dinero'

Domingo, 17 de noviembre 2019, 09:23

Había pasado las tres primeras partes del año prácticamente indemne. Pero el último trimestre me están cayendo celebraciones de 50 cumpleaños por encima de mis posibilidades. La semana pasada estuve en una que, fiesta loca, acabó con mis amigos jugando al billar en el mítico 'A tres bandas', un antro clásico de Arrancapins. Y encima eran muy malos, malísimos. Cuando, transcurrida casi una hora, lograron meter la última bola, respiré. Me levanté de mi banqueta y cuando me acerqué a la mesa les escuché decir: «Otra, ¿no?». Ahí me rendí. Probé con la excusa del 'jet lag', coló y me abrí con viento fresco.

El billar me aburre soberanamente, pero si encima no le das ni a la bola...

En otra dimensión está mi amigo Rafa Boluda. De él sabía que le gustaban el cine, el vino añejo y los tiburones. Hasta que un día descubrí que había montado un club de billar. Y eso, por salirse del carril, por escapar del rebaño del fútbol, me gustó.

Rafa es uno de los compañeros de promoción que más dignamente lleva el paso del tiempo. Y lo ha logrado sin haberse convertido en 'runner' plasta a los 40, que aún tiene más mérito.

El viernes estuve en su cueva. Se llama Pool Valencia y está en la cuarta planta de un edificio que hay a la entrada del polígono Vara de Quart. El resto son oficinas, así que por las noches y los fines de semana están solos. Ni molestan ni les molestan. Son medio centenar de socios y, por una cuota mensual de 40 euros, como un gimnasio, pueden ir cuando les dé la gana.

Ya han aprendido que, aunque aparezcas a las cuatro de la madrugada, es mejor llamar a la puerta antes de entrar, pues ya han sorprendido a algún compañero pegando un cohete. Pero me mola el concepto de que de repente te entren ganas de pegarle al taco, te vayas hasta allí, pongas tu huella dactilar y eches el rato que te plazca con un copazo a tu vera.

Más allá de que el lugar es acogedor, con un punto clandestino, y de que han hecho un esfuerzo con el material, aquello es un sitio serio, un club formal que, además, la semana que viene, del 22 al 24, va a organizar la Copa de España, un torneo nacional que nunca había venido a Valencia. Están entusiasmados porque van a traer a 124 jugadores y, dicen, nunca habían sido tantos en esta competición.

El pool es lo que popularmente se conoce como el billar americano que, gracias al cine y a los garitos llenos de humo en los que crecimos, siempre nos gustó más que el de las tres bolas, donde siempre me parecieron mucho más estirados.

Rafa me dice que en toda España se juega en tugurios salvo en este club y en otro de Madrid que se llama Eddie Felson. Eddie Felson es el protagonista de 'El color del dinero' (1986) -la fantástica película de Martin Scorsese-, un personaje que le dio el Oscar a Paul Newman, que comparte cartel con Tom Cruise.

Rafa Boluda es el director deportivo del Pool Valencia y lleva un maletín con toda su equipación para el billar. Ahí esconde tres tacos desmontados en varias piezas. Uno es para pegar el golpetazo con el que empieza el juego; otro está reservado para situaciones en las que el jugador necesita picar la bola por encima de otra, y el tercero, el que más se usa, es para el resto de los lances. Este tiene dos partes: la maza, que cuesta 1.300 euros y es la base del taco, y la flecha, que se queda en 600 y es la punta, que ahora, como ocurrió en el tenis hace lustros, ha dejado de ser de madera para extenderse las de fibra de carbono. También lleva la tiza, un guante para la mano que se apoya en el tapiz y un trapito.

Rafa, que es el de la foto, se enganchó de adolescente en los históricos billares Serrano. Yo a esa edad era un pardillo que no sabía moverse con soltura en esos lugares repletos de niños jugando, más que al billar o al futbolín, a tipos duros. Cuando estos billares y los recreativos desaparecieron del paisaje de Valencia, mantuvo su afición en los bares de copas. Hasta que se hartó de echarle a la mesa monedas sin parar y con otros 25 aficionados fundaron el club, una asociación deportiva sin ánimo de lucro que cuenta con seis mesas.

Ahora están entusiasmados con la Copa de España en la que estarán los tres ases: David Alcaide, Francisco Sánchez y Francisco Díaz Pizarro, todos en la élite europea. Lástima que sean tipos honrados y no atractivos buscavidas como Eddi Felson...

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