Un afortunado gana el bote de 1.214.432,18 euros en la Bonoloto de este miércoles en un municipio de 10.000 habitantes

Un sí, pero no. La expresión resume la parafernalia de Hanói que se ha esfumado sin lo único relevante que podía haber salido de ese circo: un pacto para la desnuclearización de Corea del Norte. La expectativa era elevada desde la toma de contacto del año pasado en Singapur. En esta ocasión, no ha habido ni firma, ni declaración final ni, lo que es peor, hoja de ruta para un futuro a medio plazo. Con la mesa a punto para el almuerzo bilateral en el hotel Metropole, Donald Trump zanjaba el asunto: «A veces hay que irse, y ésta es una de esas veces». Cumbre 'interruptus'. El cónclave se inició con guiños, apretones y hasta un sorprendente Kim Jong-un respondiendo en público, por primera vez, a un cronista extranjero: «Es demasiado pronto, pero no puedo decir que sea pesimista». No había trampa ni retórica en la pregunta pero debió cabrearle tanto como a Nicolás Maduro que Jorge Ramos, según ha relatado éste, le interpelara «si es presidente o dictador» al mostrarle también el vídeo de unos jóvenes venezolanos comiendo de la basura. En los dos casos perdió la libertad de prensa. Al conductor de noticias de Univision le detuvieron y le confiscaron el material de la entrevista. Al reducido grupo de reporteros que cubría el encuentro en la capital vietnamita le comunicaron que se cancelaba la sesión con los medios. La administración Trump, en cuenta atrás electoral, regresa con el rabo entre las piernas ante otra oportunidad fallida de hacer política exterior. La Casa Blanca asegura que el norcoreano exigía levantar todas las sanciones a cambio de desmantelar solo una de sus plantas nucleares. Pyongyang lo desmiente. Este último chasco solo ha constatado la obvia divergencia de sus dos visiones, dos intereses, sobre una misma realidad multipolar. Lo único que se ha dirimido en Vietnam es la pompa de dos ególatras narcotizados en su opulencia, en su propósito de exhibir quién la tiene más grande. ¿La potencia del Air Force One o la del tren de los 21 vagones blindados?

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Ese fracaso coincide con un misterioso robo de ordenadores y papeles en la embajada de Corea del Norte en España. Unos asaltantes irrumpieron por la fuerza golpeando y agrediendo a trabajadores. Ninguno de ellos se ha atrevido a denunciarlo. Hace dos años, en esa sede, Kim Hyock-chol se dejó documentación cuando fue expulsado repentinamente por el gobierno de Rajoy como condena a los ensayos balísticos del régimen norcoreano. El ex embajador es, desde entonces, uno de los principales asesores de Kim Jong-un. En Vietnam ha ejercido de 'sherpa'. Circulan teorías de todo tipo sobre el 'quid' de este episodio, propio del espionaje, en el que cada dato certero que se constata es más inquietante que el anterior. No cabe despistarse ni perderse en la bufonada de la diplomacia de reality show. Como cuenta el refrán anglosajón y siempre me recuerda un admirado maestro periodista: el diablo está en los detalles.

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