¿A quién dejarán sin agua?
CUARTO MENGUANTE ·
Secciones
Servicios
Destacamos
CUARTO MENGUANTE ·
La cuenca hidrográfica del Júcar es deficitaria desde hace mucho tiempo, lo que significa que el agua está muy repartida entre todos los usuarios y no hay bastante para satisfacer todas las necesidades. No es una conclusión que obedezca a planteamientos parciales o interesados, sino que así está reconocido en un montón de documentos oficiales y estudios de planificación hidrológica, de los que se derivó la necesidad de que se pensara en aportes desde otras cuencas para poder atender los déficits.
Esos aportes se llamaban trasvases, término que hoy resulta proscrito hasta por el partido mayoritario en el Gobierno, el PSOE, el mismo que en el Plan Hidrológico Nacional, cuando era ministro de Obras Públicas Josep Borrell, a principios de los años 90, dejó claro el proyecto de que el Ebro socorriese a las cuencas del sur. Luego hubo sucesivos desencuentros entre los dos partidos mayoritarios: el PP no aprobó lo que planificó el PSOE y después el PSOE le devolvió la jugada y rechazó lo que proyectó el PP en tiempos de Aznar.
A partir de ahí, la política valenciana consiste en imponer que debemos conformarnos con lo que hay, aunque no dé para todo, y, dada la situación general, a nadie se le ocurre hoy pensar que pudiera ser factible esperar socorros hidrológicos de fuera, cuando hasta el consolidado trasvase Tajo-Segura está en mínimos y cada vez más cuestionado.
En medio de esta situación, el alcalde de Valencia ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Júcar 70 metros cúbicos anuales para garantizar el futuro de la Albufera y que estudie cómo poner en marcha su idea de que el tramo final del Turia cumpla su misión de río y lleve un caudal ecológico continuo. Dos cuestiones que pueden ser muy necesarias, sobre todo la primera, pero que requerirían, para ponerse en práctica, que se reduzca la dotación actual de agua de algún numeroso grupo de usuarios, porque no hay otra. Si la situación general es deficitaria quiere decir que no hay sobrantes en ningún sitio, por lo que habría que recortar a unos cuantos para poder nutrir lo nuevo.
Desvestir a un santo para poder vestir a otro, dice el refrán. Pero ¿sería capaz el señor Ribó de señalar a quiénes quiere aplicar recortes de agua para poder atender su demanda? Está claro que el problema de la Albufera es de falta de agua, en cantidad y en calidad, pero el Júcar está exhausto. ¿Querrá que se conformen con menos los regantes de la Ribera o de L'Horta, o se atreverá a plantear batalla frente a los crecientes caudales que se quedan en La Mancha? No basta con decir lo que se desea, conviene concretar cómo conseguirlo para que no haya equívocos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.