Borrar

Despedidas

Martes, 8 de noviembre 2022, 00:00

Gerard Piqué colgó sus botas en un evento que salió redondo. En lo deportivo hubo victoria ante el Almería (2-0). En lo sentimental el central se despidió del Camp Nou como número 3 y el Camp Nou se despidió de él en un homenaje ... lacrimógeno de los de brochazo épico que tanto gustan en el fútbol. Pese a que anunció su retirada de manera inesperada y con poca antelación, no faltó detalle sobre el césped: camisetas en su honor, paseíllo, manteo... «Aquí nací y moriré aquí». Sus palabras provocaron la ovación unánime de los miles de aficionados que llenaban el estadio. Los mismos que hace unas semanas le pitaban y criticaban. Alfredo Pérez Rubalcaba tenía una expresión para estos fenómenos. «En España se entierra muy bien». Así describió él mismo el aluvión de elogios que recibió tras dimitir como secretario general del PSOE en 2014. Así es la política. Y así es el fútbol, el deporte que, decía el escritor Albert Camus apasionado del balompié, le había enseñado los entresijos de la moral humana. La cuestión de despedirse, de manera prevista o imprevista, no es tarea fácil. Puede alguien estar planificando ese acontecimiento durante años sin intuir que ese momento se precipitará sin más. Porque el balón no viene por donde tú esperas, como sostenía Camus. Puede haber bastante de eso en la sorpresiva decisión de Piqué. En cualquier caso, se va pero no lo hará del todo porque se sabe que tiene las puertas de su club abiertas de par en par y porque se queda en eso que los culés denominan entorno pasivo del Barça, ahora, como figura simbólica que, seguramente, buscará su peso activo en un futuro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Despedidas