Secciones
Servicios
Destacamos
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha dicho que cuanto más dure la guerra, mayor será el impacto que sufrirán las empresas ... españolas. Hay que dirigir un ministerio para poder sentar las bases así de claras; si no, ni nos percatamos del percal. Ojo, y como las empresas españolas, las de Alemania, las de Francia, las de... todo el mundo globalizado.
Lo de la barbaridad de la guerra de Rusia contra Ucrania nos ha pillado tan a contrapelo que por todas partes se ven cambios de rumbo a toda prisa o situaciones que requerirán pronto correcciones, conforme se vaya despertando del largo sopor. De un día para otro. Tras la perplejidad, reacciones apresuradas. No hablamos ya de la condena sin paliativos a la agresión de Putin y su camarilla, eso queda por descontado; ni de las medidas de apoyo, humanitarias y solidarias con los ucranianos, que por supuesto que también. Nos referimos a las reacciones político-económicas en la UE. Y Alemania de las primeras, a toda mecha y para dar ejemplo; a continuación todos los demás, siguiendo rumbo y acoplando piezas.
Dice el ministro de Agricultura, Luis Planas, que esta guerra nos obliga a revisar muchos aspectos de la política agroalimentaria de la UE. En primera instancia para flexibilizar requisitos técnicos a importaciones de otras procedencias, porque tenemos gran dependencia de las producciones de cereales de Ucrania y es evidente que se van a ver muy recortadas, ni siquiera se sabe si podrán sembrar en la mayor parte del gran granero de Europa.
España, como casi toda Europa, busca deprisa fuentes alternativas de suministro, como busca mercados opcionales para traer turistas que llenen habitaciones que dejarán de ocupar los rusos.
El pan puede ponerse por las nubes, como se han puesto los combustibles y la electricidad, y detrás vendrá en cascada todo lo demás, que traerá infinidad de desajustes y un creciente estado de malestar. Y a ver cuándo irá escampando.
Si lo que está ocurriendo sirve para despertar de la siesta, las revisiones de la PAC no deberán limitarse a flexibilizar requisitos para importar de otros lugares, sino que, al igual que pasa con la energía, debemos aprender que no podemos depender en exceso de fuera, y mucho menos en lo que comemos. Si ha quedado claro que la UE no puede depender del gas ruso y se están tomando decisiones para acelerar las energías renovables y retomar la nuclear que asegure la transición, en agricultura habrá que impulsar también producciones propias. Por el momento, el Gobierno ha suspendido las subidas de impuestos previstas para los abonos nitrogenados y el gasóleo agrícola.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.