Un despido puede ser una oportunidad para conseguir un mejor futuro, para perseguir tu sueño. Era el sermón de cabecera de Ryan en 'Up in the air' para mostrarle la puerta de salida a los empleados que iban pasando frente a él. El personaje interpretado ... por George Clooney era un 'despedidor' profesional que viajaba en avión por Estados Unidos para comunicar personalmente la noticia a los afectados. Un protocolo casi del pleistoceno que se sitúa a años luz de lo que se impone en las nuevas culturas corporativas. Las destituciones masivas. A granel. Las grandes compañías tecnológicas, estandarte del futuro, han planteado cientos de miles de despidos entre la terminación del año pasado y los primeros compases de este 2023. La matriz de Google reducirá su plantilla en 12.000 empleados; Meta, en 11.000; Microsoft, en 10.000; Amazon en 8.000 que se suman a los 10.000 que recortó en noviembre; IBM en unos 3.900. Según argumentan las denominadas 'big tech' se trata de 'ajustes'. Se cumplen tres años de la declaración de emergencia internacional por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Primero fue la ciudad china Wuhan y poco después vinieron los confinamientos fueron sucediéndose por el resto el mundo. La tecnología se convirtió en la tabla de salvación de un nuevo marco laboral: el teletrabajo. Sus plantillas crecieron como la espuma en las etapas más duras. Y, ahora, con el contexto del revés, esa efervescencia se está reduciendo a la misma velocidad. Por el camino no ha faltado quien ha logrado su golpe de suerte como Eric Yuan, fundador de Zoom. Y quien ha aplicado una estrategia divergente, como Apple, que ha empezado a apretarse el cinturón, aunque sea en un sentido muy figurado dadas las estratosféricas cifras a las que se refiere la expresión, por la parte alta de la tabla. Su consejero delegado, Tim Cook, ha aceptado un recorte del 40% en su retribución anual. Un gesto que no es habitual en el sector empresarial como tampoco lo es en el político, sobre todo, en España.

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Todavía es pronto para analizar el efecto contagio que provocará el tijeretazo multitudinario de personal en un sector en el que se vislumbraba la esperanza en medio de la crisis. Y en el que la inteligencia artificial emerge como gran amenaza para los seres humanos que siguen dependiendo de aquella pirámide de Maslow. Una jerarquía de necesidades en cuyo escalón más bajo se encuentra el acceso a la alimentación. Un primer paso para poder subir al segundo piso de seguridad solo propiciado por unas condiciones laborales óptimas con un contrato y salario justo. Sin esa base, todo aquello de la realización personal es y será una milonga.

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