Aemet anuncia lluvias en Valencia desde este domingo, que podrán ser localmente fuertes o persistentes el martes

Estaba ya el sistema sanitario bastante fastidiado y lo que le faltaba era una pandemia. Ahora sufre la resaca. Pero ya venía tocado, cogido con ... alfileres, y se ha despendolado definitivamente. El personal sanitario está tremendamente descontento por sentirse exprimido, mal pagado y mal tratado. Al presidente Ximo Puig le preguntaron por el asunto el sábado y vino a decir que, bueno, sí, hay problemas, pero son las «tensiones propias del invierno». Desgraciadamente para el presidente de la Generalitat, son muchos los ciudadanos que deben hacer uso de los centros de salud en verano, otoño, invierno y primavera. Pueden comparar y comprobar. No es como todo lo relacionado con las plantas solares y tal, que nos viene grande al intelecto y no sabes ahí qué ocurre y quién tiene la culpa, o qué se está haciendo mal porque, realmente, no sabes cuándo o cómo se estaría haciendo bien. Sin embargo, respecto a los centros de salud o los hospitales, sí apreciamos cómo está el patio. Y el patio está fatal. Así que, preguntado Puig, prefiere achacar los problemas al invierno. Ya si eso llegará la primavera y todo mejorará. Ganas de quedar en evidencia.

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Algo similar le ha pasado a sus colegas en el Ayuntamiento de Valencia. Socialistas y nacionalistas de Compromís fueron preguntados también este sábado sobre qué les parecía que una de las magas republicanas dimitiera y lo anunciase a través de las redes sociales 24 horas antes de que se celebrase el desfile. Los motivos, la discrepancia política respecto a la ley trans con otra de las magas, fueron aireados por ella misma a través de las redes sociales. Estás deseando contar tus movidas, pero luego cierras tu cuenta para evitar que nadie te conteste. Desde el PSPV y Compromís se quisieron quitar de en medio y señalaron que no comentan asuntos vinculados a «empresas privadas». Se ve que el Valencia CF y su dichoso estadio no es una empresa privada y por eso convirtieron el asunto en un escaparate político en el que unos y otros buscan dejarse ver. Con lo que es Sandra Gómez para los asuntos vinculados con el feminismo, y he aquí que mejor se calla. A silbar se ha dicho y pasapalabra. Y poco más o menos lo mismo ocurre con el modo en que el Gobierno les toma el pelo con el asunto del trasvase. Si el timo del que ha sido objeto el Consell lo llega a perpetrar un Ejecutivo central con el PP al mando, madre mía la que lía el tripartito. Está por nacer, o por ser investido, el presidente de la Generalitat con vocación de ponerle la cara colorada a un Gobierno central de su mismo signo político si algo está mal. Y eso se extiende a todo lo demás.

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