Dibujos animados

Un par de generaciones de españoles fuimos educadas como sugería esa vieja canción de los 80: siempre vemos las Cortes como un cine mudo. Alguna vez la vida auténtica se cuela entre sus señorías y nos recuerda que ahí reside la soberanía popular, pero el ... discurso dominante evita con éxito discutir sobre las preocupaciones ciudadanas. Debemos por lo tanto acudir a otras fuentes para auscultar el corazón de la calle; atender por ejemplo qué cuenta el jefe de los empresarios, más pegados a la realidad. Y Garamendi no defraudó. Ofreció una acabada versión de los esmerados servicios que ofrece la universidad donde se educó, Deusto: guante de seda, puño de hierro. Traducido, significa que el jefe de la CEOE alardea de firmeza granítica en la reivindicación de sus postulados mediante un tono moderado que no le abandonó jamás, aunque su tesis principal viajó más allá de la agenda informativa, anclada a la defensa del compromiso con la sociedad del empresariado al que representa, lejos de ese cliché de dibujos animados que tanto le incordia. Los tebeos donde el empresario siempre es el malo. Una visión caduca que casa mal con la idea clave de ayer: futuro. El que reclamó edificar entre todos. Para que sea de dibujos animados. De los buenos.