Disputas botánicas a la orilla del mar

Recuerdo esas discusiones infantiles que daban paso a una impostada distancia, con miradas de reojo y malas caras de corta duración porque pesaban más las ganas de jugar juntos que un agravio ya olvidado. Es sorprendente la capacidad de los niños para dar por solucionado un problema y pasar página, como lo es también la de los mayores de aferrarse al enfrentamiento si esperan obtener algún rédito.

Esta semana, Ximo Puig anunciaba en Les Corts que el Puerto de Valencia renunciará a los dos aspectos del proyecto de la futura terminal de contenedores de la ampliación norte más cuestionados por quienes exigen paralizarlo para reevaluar su impacto ambiental. Colectivos ciudadanos, ecologistas y también Compromís, que se sumó a la causa en el tiempo de descuento, al calor de la creciente preocupación por el medioambiente.

El cambio llamado a atajar el conflicto político lo comunicó el presidente de la Generalitat, que no del Puerto, aunque sea él quien lo elija. Aurelio Martínez le trasladó que suavizarían el proyecto, antes intocable, y también al alcalde Joan Ribó. Parece ser que nadie llamó a la vicepresidenta Mónica Oltra, que el viernes evidenció su descontento al despachar toda pregunta sobre las modificaciones que reclamaba su partido.

Si bien el ministro Ábalos celebraba la reconsideración del proyecto que achaca al diálogo institucional y deseaba suerte a Francisco Toledo, encargado de lidiar con este asunto desde su nuevo sillón como presidente de Puertos del Estado, la actitud de Oltra horas antes ponía en cuestión el alcance del acercamiento promovido por un conciliador Arcadi España.

Sin aclarar si Puig le avanzó los cambios, mientras Presidencia recalcaba que es asunto del Puerto, Oltra evidenció que de dar por zanjado el problema y pasar página como pretende Martínez, nada, y así lo hizo constar en el consejo portuario su mano derecha, en ausencia de Ribó. La víspera, el alcalde valoró como «una buena noticia» un cambio insuficiente para sus compañeros de Compromís, aparentemente más interesados en frenar la ampliación que en explicar sus motivos para hacerlo.