Borrar
Urgente Junqueras anuncia el pacto con el Gobierno para condonar a Cataluña el 22% de la deuda autonómica

Què diuen els xiquets en la plaça?

CUARTO MENGUANTE ·

Vicente Lladró

Valencia

Sábado, 10 de octubre 2020, 10:50

A estas alturas no deberían sorprenderse tanto los forofos del Valencia C.F. por los malos resultados del equipo y las negras perspectivas, porque mira que estaban avisados.

A principios de julio pasado, Kim Lim, hija del magnate (supuesto) que es propietario de la mayoría de las acciones del club, ante las críticas que empezaban a arreciar desde las bases de aficionados contra la gestión de su familia, soltó: «¿No lo entienden? El club es nuestro y podemos hacer lo que queramos».

Era una frase muy arriesgada que parecía que iba a avivar el fuego de las pasiones, pero no fue gran cosa, quizás por la época estival, las vacaciones, el coronavirus... Incluso hubo voces que trataron de quitar hierro, argumentando que no había que hacer caso, que al fin y al cabo eran cosas de juventud, pero que en el fondo no sería así. En definitiva, que había que disculpar y olvidar lo que decía la joven Kim, quien seguramente se había visto impulsada a una defensa exagerada sin darse cuenta del posible alcance de sus palabras, porque el poder real lo tenía su padre, que no había dicho nada parecido.

La hija del dueño del Valencia ya advirtió de que «el club es nuestro y podemos hacer lo que queramos»

Cabe recordar aquí un viejo refrán valenciano que reza así: 'Què diuen els xiquets en la plaça...? Lo que els pares conten en casa?' Con los últimos resultados y decisiones, tan decepcionantes, cobra mayor fuerza este dicho y el recuerdo de aquel juicio juvenil. Quizás no andaba tan lejos de los hechos y de las intenciones. Es tan fácil caer en la tentación de creer que los demás deberían callar, máxime si hablan para criticar. Porque, a fin de cuentas, qué quiere esa gente que nos chilla; si tan valientes son, que pongan su dinero y nos lo compren.

Sí, sí, pero el problema de base es que no entra la 'bolita'. Di Stéfano decía que todo estaba en que entrara la 'bolita'. Esto del fútbol tiene mucho de pan y circo, como casi todo; es un espectáculo, y los espectadores-aficionados-seguidores- forofos-fans quieren diversión, que consiste en buen juego y sobre todo ganar partidos; resultados, que entre la 'bolita'. Pero no entra, salvo en la portería propia, y por ahí sí que no.

Con victorias, aunque llegaran algo racionadas, y unas expectativas de juego alegre y prometedor, el asunto sería otro, pero ocurre lo contrario, y entonces viene que donde no hay harina todo es mohína. Arrecian las críticas. Se señala que no ha habido refuerzos, que se ha vendido a los mejores, que a lo peor sólo hay afán de hacer negocio, que lo del nuevo estadio sigue parado y no han valido ni los ultimátums oficiales. Y, sí, claro, más del 70% del club es del señor Lim, pero lleva el nombre de Valencia, está plagado de historia y 'sentiments', y si no entra la 'bolita'...

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Què diuen els xiquets en la plaça?