Las dudas se agravan

A este problema particular del polígono de Benicalap, se une el general relativo a la supervivencia del artista fallero, profesión actualmente en peligroso declive por numerosas circunstancias, siempre relacionadas con la economía, teniendo las cargas fiscales, los gastos y el progresivo encarecimiento de los materiales como puntas de lanza.

Cabe destacar que siempre hay buenas intenciones entre las partes, instituciones y gremios, pero todo son promesas que no sirven más que para incrementar la incertidumbre. La realidad la hemos venido observando progresivamente, siendo este año cuando se ha plasmado con mayor contundencia a la hora de la búsqueda de artistas para plantar en 2023. Muchos declinaban las ofertas realizadas por las comisiones bien por cierre de taller, bien por reducción de cupo a favor de otros trabajos.

No es la primera vez que destaco estos problemas los últimos años. Algunos me tildarán de agorero o cenizo, pero cada vez mis temores son más claros y cada vez el panorama pinta que irá a peor a corto plazo, según manifiestan habitualmente muchos agremiados al comprobar los encargos.