De lo más descorazonador es encontrar que quien debe defenderte juega en contra. Resulta incomprensible y desolador, porque ver que los contricantes apuran lo que ... sea para intentar sacarte los colores, que defienden lo suyo y procuran desacreditar lo tuyo como sea, queda dentro de lo que toca y se espera, pero descubrir que alguien al que le pagas el sueldo es capaz de desprestigiar lo que vendes ante la clientela, rompe los esquemas y hace que el personal afectado se pregunte: ¿pero éste hacia dónde chuta, y por qué lo mantenemos en el equipo, si mete goles en propia puerta? ¿Será el enemigo en casa?
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Es sobre el ministro Garzón, claro. La que ha montado con lo de declarar a un periódico británico que la carne que exporta España es de mala calidad. Aunque se escude en culpar especialmente a lo que producen las macrogranjas. ¿Qué tienen las macro o micro granjas en contra o a favor de las leyes? ¿Y a partir de cuándo y cómo una granja es macro o micro, y en qué condiciones pueden verse tales términos equivalentes de bueno o malo, sostenible o no? Y sobre todo, ¿qué autoridad científica esgrime el ministro Garzón para sentar cátedra de repente en tal cometido y contra sectores básicos que son líderes mundiales?
Dijo una vez un ministro del mismo Gobierno que Garzón, pero de la parte del otro partido, que se ve que tiene poca materia de contenido en su departamento, para tener que entretenerse en menesteres de otros. O sea, para no aburrirse y hacerse de notar.
Lo malo es que se hace de notar contra intereses de mucha gente, y eso pica.
Otro punto adverso del asunto es la constante polarizadora en términos políticos. De repente parece como si comer carne sea de derechas, mientras que 'pintarse' de verde queda progre fetén. Si dices esto o aquello es que estás a favor o en contra de las macrogranjas porque sí. Alinearse para alienarse. El debate y el relato. Coger banderas porque toca. Y como resultado, los ganaderos cabreados por lo que dice un ministro.
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El señor Garzón puede pensar y decir lo que quiera, naturalmente, pero como señor Garzón. Sin embargo él mismo se ha esforzado en remarcar que lo que ha dicho sobre la carne ha sido como ministro de Consumo, y eso sí que no es de recibo. Y encima no es la primera vez. Porque lo que se espera de los que 'mandan' es que dirijan, comprendan, defiendan y protejan lo que hacemos los de abajo, porque así va el asunto y su propio sueldo, y si hay algo que ven conveniente que cambie, pues que trabajen en ello y animen a seguirles, pero sin dejar a las bases en la estacada y sin sueldo seguro cada mes.
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