Dar un pez sin enseñar a pescar

EL ESTADO DE LA COMUNITAT VALENCIANA ·
A Oltra le honra ofrecer la Comunitat para acoger a todos los menores de Ceuta que hagan falta. Lo trágico es que muchos acaban abandonados. Ya pasó con el 'Aquarius'

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 23 de mayo 2021, 01:20

Un defecto acecha siempre a la izquierda: arrogarse la capacidad de decir lo que está bien, lo que está mal y tildar de manipuladores, ... demagogos y politizadores a todos los que critican sus actitudes. Los términos fascista e intolerante también salen a relucir con facilidad. Y todo ello pese a que delante haya argumentos, hechos y razones que permitan rebatir una decisión o postura. Vayamos paso a paso, para que nada se malinterprete y quedar por ello a los pies de los caballos de la omnipotente crítica izquierdista. Yo soy el primero que clama al cielo al ver las escenas de menores desvalidos llegando solos a Ceuta tras la inhumana utilización de Marruecos de sus ciudadanos como arma política contra España. Nada nuevo bajo el sol. Yo soy el primero que viví angustiado, como periodista y como persona, la tortura que durante ocho días sufrieron en alta mar los 629 ocupantes del 'Aquarius', el buque humanitario que los rescató del vergonzante rechazo de toda Europa tras escapar de la barbarie de Libia. Yo soy el primero que pido que todos esos niños de Ceuta sean atendidos, que se les dé un futuro. Igual que reclamé que se ofreciera un porvenir a los pasajeros del navío. Y si puede ser por parte de la Comunitat, mucho mejor. Pero eso es algo que no ocurre ni con los menores no acompañados que llegan a la región ni tampoco pasó con el 'Aquarius'.

Se ponga como se ponga la vicepresidenta, o el presidente Puig, criticando que se haga política con esta cuestión, es un hecho que las políticas de inmigración, fracasan. O directamente, no existen. Los inmigrantes llegan a la Comunitat, como lo hicieron los del barco errante del Mediterráneo, y acaban sin un futuro. Lo confirman las cifras. Es como el tan citado y antiguo proverbio chino: «Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida». Oltra reclamando a los menores «que hagan falta» en la Comunitat o Sánchez cogiendo el 'Aquarius' como símbolo de su recién estrenada presidencia en 2018 son peces agitados en el aire, pan para hoy para los necesitados viajeros, hambre para mañana ante la falta posterior de proyectos, fondos y soluciones del Gobierno central y de la propia Generalitat.

Ocurrió con el 'Aquarius'. Un fiasco en toda regla. Así lo ha estado denunciando LAS PROVINCIAS en numerosos artículos publicados en los últimos meses. Presionando para que las administraciones central y autonómica hiciesen algo por aquellos por los que en 2018 se rasgaban las vestiduras (Sánchez y Oltra). De los 629 que llegaron sólo nueve tienen en la actualidad asilo. Cierto que lo solicitaron 374. pero la diferencia sigue siendo astronómica. Trescientos seres humanos esperan aún que Sánchez, el que les abrió los brazos y les dijo 'venid, venid', les diga ahora qué hay de su futuro. «Si el presidente Sánchez nos invitó a venir, que nos proteja», fue la queja de uno de ellos, Moses Von Kallon. Pero Pedro de España ya tuvo su foto con sonrisa 'Profidén' como adalid del humanismo de Europa. Y prou.

Sin plazas. Y con los menores de Ceuta que acaben viniendo a la Comunitat de la hogareña Oltra acabará pasando lo mismo. Plazas de acogimiento hay. Ese no es el problema. Tendrán refugio. Y mejor ida. Eso es bueno. Pero, ¿qué ocurrirá cuando cumplan 18 años? Que se verán en la calle. Las 122 plazas de la Comunitat para los extutelados están repletas. Hay lista de espera. En 2019, València es Refugi descubrió en una finca abandonada a 23 jóvenes inmigrantes expulsados por el sistema. Sin agua. Sin luz. Hacían sus necesidades en una garrafa. Pero, oiga, «lo que haga falta».