Escuela de tontos
EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·
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EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·
La nueva ESO abre la puerta a una fábrica de memos. Autómatas de pupitre sin capacidad crítica ni pensamientoEl maestro Arturo Pérez-Reverte lo tuiteó hace unos días, con una sentencia claramente insuperable. Redonda. «Si alguna vez hay un juicio sobre los ... ministros y consejeros autonómicos responsables del exterminio de la Educación en España, van a faltar sogas». El nuevo real decreto de la ESO abre la puerta a una fábrica de tontos. Da luz verde a fabricar autómatas de pupitre. Adolescentes sin la capacidad de crítica y duda que aporta la Filosofía, condenada a ser desterrada de las aulas justo a la edad adolescente. Precisamente cuando los chavales más se cuestionan todo (doy fe como padre de un mozo de 13 años), quitas del programa escolar una asignatura en la que yo he vivido los más enriquecedores debates, coloquios, monólogos y exposiciones sobre el alma humana, los sentimientos, el egoísmo, la manipulación política, la importancia de la educación, la ética... Del colegio saldrán manadas de tontos acríticos. Aborregados. Ah, no, que la ministra Alegría (nunca pudo haber un nombre más irónico para la responsable de Educación) ha puesto sobre la mesa las asignaturas alternativas. 'Servicios a la comunidad'. ¿Como los trabajos en beneficio de la comunidad que sustituyen a las penas carcelarias? ¿Para irse acostumbrando a cuando nuestros ineptos ciudadanos futuros acaben en manos del delito por falta de educación? Bien pensado, señora ministra. Eso es visión de futuro.
Tan brillante como quitar las puntuaciones numéricas. ¿Qué es eso de la sana competencia, de incentivar el estudio para lograr una calificación más brillante? No, no, qué barbaridad. ¿Y traumatizar a los chavales por sacar más o menos puntos? Por hacerlo lo mejor posible, como pasa en la vida real. Como pasa en el mundo. ¡Alegría! Es lo mejor. Mucho más oportuno hablar sólo de suspenso, aprobado (suficiente no, que suena despectivo, pobres), notable y sobresaliente. O incluso ni siquiera notable y sobresaliente. Es elitista. Mejor: bien y bastante bien, algo así más igualitario. Más inclusivo. O ministra, mire una idea, sólo dos notas: mejorable, para los que suspendan; y menos mejorable para los que pasen del cinco pelado. Y fuera traumas, diferencias y etiquetas. ¡Alegría, ministra!
Otra ideaza. Estudiar Historia sin fechas y sin citar grandes momentos históricos. No se mencionarán por ejemplo momentos como la Conquista de América o la Revolución Francesa. Qué pérdida de neuronas y tiempo, diga que sí, señora ministra. Para qué comprender periodos en los que se asentó aquello de 'libertad, igualdad y fraternidad'. O el origen de uno de los grandes continentes del mundo. Mejor estudiar algo del tipo «ocurrió algo, algún día, en algún sitio, con algunas personas». Y ya está.
¡Ah! Y luego llega la pura poesía pedagógica. Las Matemáticas y la intención de enseñarlas subrayando su «sentido socioafectivo, que integra conocimientos, destrezas y actitudes esenciales para entender las emociones». Aprender la belleza de amar un cero. La erótica del cinco y su atractiva barriguita. Enamorarse de una ecuación. Como dice un amigo: no hay espacio en España para tanto tonto de despacho. Que sin duda con este real decreto busca prolongar su especie. Y como guinda, pasar de curso sin límite de suspensos. Gracias, doña Alegría. Gracias por cargarse la cultura del esfuerzo, el ánimo de mejorar cada día y el sacrificio para lograr algo. Gracias por igualar a nuestros futuros ciudadanos en la estulticia, el borreguismo y la vagancia.
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