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La influencia de las series es muy alargada hoy en día. Lo observamos, por ejemplo, en los artículos periodísticos de cualquier temática, ya sean sobre el coronavirus o sobre una crisis del recién estrenado gobierno de coalición, puesto que siempre hay algún título catódico al que echar mano para que sirva como referente. También en algunos programas, que utilizan elementos propios de las series en sus narrativas. Es el caso de 'Lo de Évole', que se estrenó el domingo por la noche y resultó una especie de prólogo o de carta de intenciones de lo que va a ser esta apuesta de La Sexta. Pinta muy bien, eso sí. Pero, por el momento, no podemos afirmarlo con certeza, porque solo nos dejaron ver un aperitivo.

En otra época Jordi Évole habría ocupado cinco minutos al inicio de su nuevo espacio para explicar sus pretensiones y acto seguido habría dado paso a su primera entrevista entre rejas, que era con Junqueras nada menos. Pero estos son, efectivamente, otros tiempos, que exigen formas diferentes de contar las cosas. Así Évole, siendo consciente de la curiosidad que él mismo despierta y de lo mucho que se ha hablado sobre su cambio laboral, dedicó un buen rato a comentar el título de su último proyecto (con sus padres como invitados de lujo) y el vértigo que causa cualquier estreno televisivo. Antes de entrar en materia y con el fin de seguir generando expectación el programa utilizó como Macguffin un posible encuentro entre Évole y Quintero, quien en los años 90 cruzó la prisión con cámaras para mostrarnos la otra cara de los que acaban en un lugar así. No estuvo mal esta referencia, sobre todo para constatar cómo lo que vimos hace 20 años con naturalidad en la pequeña pantalla hoy en día es más complicado de reproducir y genera mayor malestar. Y fue de justicia reivindicar la figura de Quintero. Lástima que su presencia quedase en anecdótica. Llegados a este punto apenas restaban unos minutos para cerrar la primera emisión y el periodista no había entrado todavía en la cárcel. Lo hizo casi al final, intercambió un par de frases con el líder de ERC y nos dejó con ganas de más. Un 'cliffhanger' en toda regla. Entre otras virtudes Évole sabe venderse muy bien.

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