Ser TVE no es fácil

Haga lo que haga TVE, sobre todo en materia informativa, va a ser cuestionada. No es sencillo ser TVE ni trabajar en ella, porque recibe golpes de un lado y de otro según quien gobierne, sin excepciones. Ha pasado en etapas populares, en socialistas y en este modelo mixto con Podemos en el que estamos ahora. A Mónica López le sacuden día sí y día también. Y hay que decir que en la mayoría de ocasiones se hace sin mucha razón. Ocurrió esta semana cuando le acusaron de haber opinado de más respecto al previsible triunfo de Ayuso en Madrid mientras entrevistaba a Mónica García. Habían cortado y descontextualizado una frase y a golpe de tuit se hizo viral.

A una tele pública hay que pedirle objetividad y a ser posible que sea referencia desde primera hora de la mañana. Nadie daba un duro por este formato pero está consiguiendo datos estimables, en cuanto a audiencia y en repercusión. Mientras Griso anda desaparecida y Ana Rosa haciendo campaña, López saca cabeza. Otra cosa es lo de 'Las cosas claras', que nació mirando de reojo a 'Al rojo vivo' y replicando lo que hace Ferreras en La Sexta. Y esa es una competición en la que TVE no debería entrar. No le hace falta, ni se le ha perdido nada en ese camino. Lo suyo ha de ser buscar una voz propia no copiar lo que triunfa en la competencia. Aunque le critiquen, aunque le censuren, aunque le recriminen. Eso le va en el sueldo. Cuando se olvida de lo que hacen los demás y confía más en sí misma salen bastante mejor las cosas en esa casa.

Pérez Tornero, el nuevo presidente del ente, ya ha anunciado que eliminará de la parrilla lo de Cintora. Razones no le faltan, ya lo he dicho, pero estaría bien que explicase cuáles son las suyas. Eso nos dará una pista sobre el tipo de tele que quiere dirigir.