FADO PORTUGUÉS

El mercado invernal de fichajes está próximo a abrir sus puertas y vuelve a sonar con fuerza en Mestalla el murmullo del fado portugués. La posible vuelta de Joao Cancelo, que no está disfrutando de los minutos deseados en el Manchester City de Guardiola, podría volver a evidenciar el empoderamiento de Jorge Mendes en la sala de máquinas del Valencia después de que el verano pasado organizase la salida de Rodrigo y la llegada de Correia con Marcelino y Mateu ya defenestrados. Y es que Mendes quiere sacar al portugués del City antes de que, por no jugar, acabe cayendo de la lista de Portugal para la Eurocopa y, por consiguiente, ver bajar la cotización del futbolista por el que el City pagó este verano la friolera de 60 millones de euros. Mendes busca una cesión con minutos para Cancelo y el Valencia necesita un lateral derecho contrastado porque Piccini no está y Correia no lo es, cuanto menos de momento, con lo que... Jorge Mendes, que vuelve a acaparar todo el poder en la parcela deportiva desde que Lim decidió recuperar el juguete, se ha puesto en marcha para sacar a Correia cedido y que el carril derecho pase a ser propiedad de Joao Cancelo hasta el próximo mes de junio. La jugada puede ser buena si termina cuajando y el fair play financiero lo permite teniendo en cuenta el prohibitivo salario del lateral luso en la Premier League pero lo importante es , y creo que en ese particular debería pesar mucho la opinión de Celades, si es Cancelo el lateral que necesita ahora el Valencia. Parece bastante obvio que un jugador de su calidad siempre puede sumar más que restar y que, en la comparativa con Thierry Correia sale ganando de calle, pero cabría estudiar si el equipo necesita un lateral con tan atrevida proyección ofensiva o buscar otro con mayores prestaciones en tareas de contención teniendo en cuenta que por delante está Ferran Torres. Cuestiones que habría que dilucidar siempre desde la perspectiva del club y no desde el interés puntual de un agente de futbolistas por amigo que sea. Sabiendo que la buena relación con un magnate del fútbol como Mendes puede ser muy fructífera para el club a la hora de emprender operaciones difíciles, el Valencia debe dotarse de una estructura deportiva sólida que prevalezca sobre intereses ajenos. Dejar que el superagente portugués vuelva a utilizar al Valencia como una sucursal más de su imperio futbolero supone un riesgo que una entidad de tal envergadura no se debería permitir. Porque hoy nos traerá a Cancelo -que puede ser muy interesante si se mete en el mono de trabajo que se ha metido el equipo- pero que mañana nos puede volver a 'colocar' al Aderlan Santos o al Siqueira de turno si con ello le cuadran sus carambolas y esa manera de proceder es tan peligrosa como impropia de una institución centenaria que debe ser la que lleve la voz cantante en materia deportiva sin depender de nadie que no sea el propio club con sus decisiones y sus estrategias a corto, medio y largo plazo.