Fiesta y verano para todos

Sus pivotes de influencia no varían, entre ellos la más que centenaria Batalla de Flores, el Certamen Internacional de Bandas de Música, los conciertos de Viveros, los fuegos artificiales en sus distintas modalidades y el entretenimiento para los más pequeños. En resumen, mucha fiesta que se espera con ilusión después de dos años de ausencia.

El mundo fallero, como no puede ser de otra forma, tiene su parcela imprescindible a través de las preselecciones de candidatas a falleras mayores de Valencia, costumbre que antaño ya la Junta Central Fallera celebraba en su pabellón, instalado en el recinto ferial, aunque con protocolos distintos. La feria ya no es lo que era, y la oferta año tras año se ha ido diversificando. No hay más remedio que adaptarse a lo que marcan las épocas, pero no por ello debemos olvidar nuestro pasado como parte de la historia de nuestro pueblo, entre otras cosas porque un pueblo que no tiene pasado poco futuro le espera.

En el recuerdo para muchos valencianos está el espectacular pabellón municipal, con sus cúpulas, construido por el artista fallero Carlos Cortina. Se inauguró en el año 1926 y fue marco de diversos actos sociales, entre ellos, los Juegos Florales de Lo Rat Penat. La última vez que los valencianos lo vimos en el paseo de la Alameda fue en 1972. Al año siguiente, 1973, el Ayuntamiento decidió trasladarlo a los Jardines del Real. La verdad es que se abandonó a su suerte hasta que, en el año 1981, un fuerte vendaval que azotó a Valencia destruyó la vieja estructura de madera. Triste epílogo para un auténtico icono de la Gran Feria de Valencia.