Financiación autonómica: el tiempo es gloria
EUSEBIO MONZÓ
Domingo, 19 de noviembre 2017, 10:13
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EUSEBIO MONZÓ
Domingo, 19 de noviembre 2017, 10:13
En materia de financiación autonómica los valencianos llevamos mucho tiempo reclamando un cambio en el modelo que nos permita obtener unos recursos por habitante igual a la media del resto de comunidades autónomas.
El próximo año 2018 celebramos el 40 aniversario de nuestra Constitución. El año siguiente de su aprobación, se pusieron en marcha los estatutos de autonomía de las comunidades, un proceso que tuvo su desarrollo en dos vías. La primera consecuencia de esas dos vías fue la velocidad a la que las comunidades autónomas recibieron las competencias en materia de sanidad y educación.
Durante la primera mitad de la década de los ochenta, siete Comunidades (Andalucía, Canarias, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana, Navarra y País Vasco) recibieron la mayor parte de los traspasos previstos. El resto solo recibieron las trasferencias denominadas comunes. La educación les fue transferida en los años noventa y la sanidad mucho más tarde, a principios del 2000.
En este primer periodo que abarca desde 1979 hasta 1986 se produce lo que el Profesor Francisco Pérez (al que tanto tiene esta Comunidad que agradecer en materia de Financiación) denomina Etapa del Coste Efectivo. Los mecanismos se orientan a asegurar la suficiencia financiera sin generar más gastos y se dota a la Comunidad de una transferencia equivalente a la valoración del gasto que el Estado realizaba en el territorio. En este preciso momento, el coste en la prestación de servicios básicos era inferior en nuestra Comunidad, y al no existir mecanismos explícitos de corrección surgen las diferencias entre la Comunidad Valenciana y la mayoría del resto de comunidades.
Posteriormente a este periodo, se han negociado cinco modelos: en 1987, 1992, 1996, 2002 y 2009. Todos ellos con un periodo quinquenal tal y como se establece en la Disposición Adicional, excepto en el 2002, quizás por la buena marcha de la recaudación económica (en 2006 la Comunidad Valenciana cerró ejercicio con superávit), y en 2009 por todo lo contrario, la recesión económica que impidió el cambio de modelo. En todas estas negociaciones nunca hemos conseguido romper el statu quo, es decir, la posición de partida respecto de los ingresos de cada una de las comunidades y digo esto con todo mi pesar, puesto que he sido participe en dos de ellas. En el 2009, como director general de Economía, y en 2013 en el periodo actual, como secretario autonómico de Hacienda.
He de reconocer que en el 2009 nadie supo prever las nefastas consecuencias de la recesión que ya había comenzado dos años antes y que tendría graves consecuencias para las arcas públicas dos años después, en 2010 con la mayor caída de ingresos y reducción de PIB más severa vividas en nuestra reciente historia económica. No quisiera aburrir con datos, pero es importante resaltar que el déficit del Estado se situó en una cifra superior a los 100.000 millones de euros. En estas circunstancias no es de extrañar la propuesta del Plan de Estabilidad Presupuestaria por parte del Gobierno del PSOE en ese momento (finales de 2010) y la aceptación del grupo del PP mayoritario en la oposición entonces.
Afortunadamente gracias a Dios, la situación a fecha de hoy ha cambiado y contamos el conjunto de las CC.AA, los tres últimos años, con mayores recursos que ascienden a los 20.000 millones de euros. Esto ha supuesto para la Comunidad Valenciana un incremento en los ingresos de nuestra financiación de 2.195 millones de euros. Si me preguntan si me parece suficiente, mi respuesta es que no, ya que todavía incluyendo estos ingresos no alcanzamos la media en euros por habitante del conjunto de las comunidades autónomas.
De nuevo los valencianos tenemos una oportunidad para cambiar esta situación. El documento consensuado recientemente por los expertos es un buen comienzo, ya que en su elaboración han participado miembros nombrados por las comunidades, y las principales conclusiones han sido presentadas al Ministerio y posteriormente valoradas por Ángel de la Fuente (experto nombrado por el Ministerio).
Recientemente, se ha producido una reunión importante: la del Comité Técnico Permanente. Y aunque no ha tenido mucha repercusión, cada una de las comunidades deberá aportar sus valoraciones de forma que se cumpla el encargo de la Conferencia de Presidentes de tener un documento antes de finalizar que pueda recoger las distintas posturas en materia de financiación. Tengo confianza plena en José Antonio Pérez, representante de nuestra Comunidad en este Comité, que ha demostrado defender los beneficios comunes por encima de cualquier interés partidista.
Cuando todo esto finalice, a lo largo del próximo año llegará el momento de alcanzar acuerdos políticos, primero internamente a nivel autonómico, y después con el resto de comunidades y con el Ministerio. También aquí contamos con buenos precedentes, puesto que recientemente se ha firmado por todos nuestros representantes un documento que aúna esfuerzos en la misma dirección, así que dejando manifestaciones aparte, serán las negociaciones al más alto nivel las que determinen nuestro futuro en materia de financiación.
Después de la reunión con el Ministro de Hacienda esta misma semana, las sensaciones vuelven a ser positivas en aras a poder alcanzar un consenso al menos por los Grupos Mayoritarios que conforman nuestro Congreso, y para ello créanme la experiencia sí es un grado como ya sucedió con el pacto por la Estabilidad Presupuestaria, como lo son también aliados fundamentales para nuestra Comunidad y para el mismo país: la negociación, el diálogo y el acurdo.
Deberíamos aprovechar el ya mencionado 40 aniversario de la Constitución para recordar la altura de miras que todos nuestros representantes políticos tuvieron en ese momento para convertir a España en lo que afortunadamente es hoy: uno de los países de mayor prosperidad económica y libertad democrática de todo el mundo.
En cualquier caso, y puesto que la recuperación económica necesaria para abordar un cambio en el modelo no durará cien años, conviene recordar a mi profesor de cuarto de primaria D. Manuel cuando intentaba que aprovecháramos el tiempo al máximo nos animaba diciendo que «el tiempo no es oro como dice el refrán sino más bien gloria».
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