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Dos fotos

EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·

De cómo un par de instantáneas te hacen pensar sobre la vida, las raíces y la importancia de conservar lo efímero

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 3 de julio 2022, 00:20

Esta historia surge de dos fotos. La más antigua me la recordó el otro día el Facebook, que para otras cosas, no, pero para la ... nostalgia y el recuerdo viene muy bien. Y me surgió la reflexión y la moraleja. En la primera, de hace dos años, tres niños caminan de espaldas por el camino del río de Piqueras del Castillo. Mis hijos y su amigo Germán. El mismo sendero que mis amigos y yo (aún lo somos) surcábamos con las bicis a diario hace casi cuatro décadas para bañarnos en el recodo del arroyo convertido en piscina, frenada el agua en una presa con palos y maleza. Como castores adolescentes. Entre aguas cenagosas, tenedores y alguna que otra culebra. El mismo camino por el que durante muchos años empujábamos un carro, armados de risas, ilusión y botellas de 'calimocho', en las noches de Semana Santa, en busca de una chaparra, el árbol que cortábamos para plantar luego en la puerta de la Iglesia como ofrenda a la Virgen del Rosario, con el arbusto adornado de salchichones, chocolate, botellas de refresco y otras viandas que luego degustábamos en la 'enramá'. Muchas de esas costumbres, como la del carro y la chaparra, se han perdido. Duran los recuerdos, las raíces y una amistad forjada a prueba de bombas. En esa primera foto, los tres niños caminan hacia el pueblo. Al fondo, la peña en lo alto de la cual se vislumbra el repetidor de telefonía del pueblo. No es tan moderno. No hará ni una década que llegar a Piqueras era estar en una especie de paraíso en el tiempo al que no se asomaba la telefonía móvil. Estar allí era quedarse sin cobertura en el móvil. Paz y desconexión 'detox' total. Hoy eso ha cambiado. Los tres niños caminan sin nada en sus manos. Sin un juguete. Con sus piernas luciendo morenas bajo sus pantalones cortos. Posiblemente surgidos de la chopera cercana, de crear gestas construyendo una cabaña. O quizás de buscar moras. De construir sueños.

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