Borrar

Gracias, Luis Aragonés

BELVEDERE ·

Pablo Salazar

Valencia

Sábado, 29 de mayo 2021, 02:04

Gracias, donde quiera que estés, si es que estás, si es que se puede estar de alguna forma o en algún lugar. Si vivir eternamente es mantenerse en la memoria de los otros, Luis Aragonés lo ha conseguido. Porque él fue el creador de un ... estilo que cambió la historia de la selección española de fútbol. Pero, sobre todo, fue el que se atrevió a tomar decisiones que sabía -porque seguro que lo sabía- que iban a levantar polémica y le granjearían la enemistad de no pocos medios. No le tembló el pulso. Cuando optó por dejar en tierra a Raúl no lo dudó y tuvo que escuchar que España iba a fracasar, que era un irresponsable, que lo hacía por antimadridismo, que a quién le había empatado ese David Villa... Ese tal David Villa acabó siendo campeón de Europa primero y del Mundo después, pieza fundamental en un equipo inolvidable que nos hizo disfrutar del fútbol y esperar con ansiedad los partidos de la selección, cuando antes era una auténtica tortura. Que ahora parece muy lejano (lo es) pero los de mi generación crecimos con la España de Kubala que o no se clasificaba para el Mundial o si lo hacía no pasaba de la primera ronda. Nos ilusionamos con la Eurocopa de Francia del 84, aunque Arconada nos arruinó la fiesta. Y luego volvimos a la mediocridad, el desengaño y el fracaso. Hasta que llegó el sabio de Hortaleza, les miró a los ojitos, como a Romario, y les dijo cómo tenían que jugar, tocar, tocar y tocar, marear al contrario, tener el balón, hacer que el rival corra y se canse hasta encontrar el hueco. Y en el hueco no estaba Raúl sino el valencianista Villa, el máximo goleador con la camiseta roja. Luis se atrevió a decirle al madridista que no, seguramente no por cuestiones de estilo futbolístico sino por la influencia (tóxica) que ejercía en el vestuario. Y el tiempo le dio sobradamente la razón. Después vendría Del Bosque para gestionar con solvencia, aunque sin brillantez, la herencia que había dejado el maestro, un entrenador irrepetible que a punto estuvo de hacer campeón de Liga al Valencia en una temporada maravillosa y con un tramo final electrizante. Luis Enrique acaba de tomar una decisión difícil pero justa, razonable y sensata. Al día siguiente del anuncio de los convocados, y después de conocerse que Sergio Ramos no va, escuché a un afamado locutor radiofónico afirmar con rotundidad, y sin que a continuación le entrara la risa floja, que el capitán del Madrid debía de ir a la Eurocopa aunque estuviera lesionado y no fuera a jugar. Por decreto-ley, vino a decir. Hay momentos en la vida en que hay que demostrar carácter, personalidad, y el asturiano acaba de hacerlo. Como Luis Aragonés en su día. Enhorabuena.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Gracias, Luis Aragonés