No sé si se han dado cuenta pero es la segunda vez que Oltra alega falta de personal ante una situación trágica que afecta a ... los grupos vulnerables en la Comunitat. Así respondió cuando el Síndic solicitó datos sobre los centros de menores: tardó en entregarlos no por falta de voluntad, aclaró, sino de personal. Digamos - a su favor- que fue así. De nuevo, tras la tragedia de Moncada, al descubrirse que la residencia estaba sin contrato desde 2020, explicaba la vicepresidenta que el trámite se retrasó por falta de personal. La gestión en las áreas de bienestar social, donde se resuelven los problemas sociales que afectan a los más necesitados, es prioritaria para todos y bandera del gobierno Oltra-Puig. Para evitar, es de imaginar, poner en la picota su propia gestión, aducía Oltra que el problema, además de ser habitual, afecta a toda la Generalitat, no solo a su departamento.

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La vicepresidenta es, en este momento, un objetivo fácil. Cuando estamos en horas bajas las críticas llueven, como dicen los ingleses, como perros y gatos; es decir, a cántaros. A veces de forma injusta, interesada y poco ética: donde todo era miel, ahora hiel. Qué fácil -y cobarde- es hacer leña del árbol caído. Pero lo cierto es que la vida sigue y ella en el cargo. ¿Falta de personal? Son años en el poder gestionando unos presupuestos hinchados, jugando a despistar con los millones que nos adeuda el estado, que no llegan. Entre tanto, olvidados los mayores al saberlos protegidos por las vacunas, las llamas vivas de Moncada nos recuerdan que siguen ahí, que nos necesitan.

Bomberos, policías, celadores y guardia civil han sido proclamados, con justa razón, héroes de Moncada. Pero son héroes también las víctimas: los que se han ido silenciosamente, los que se recuperan todavía y quienes lograron ponerse a salvo. Por lo que han vivido, por su adaptación al cambio, por la superación de innumerables dificultades y perdidas. Resonaba la voz clara de Adela Cortina en el foro 'Somos futuro' organizado por el diario: hay futuro y hay mucho por hacer; entre otras cosas, prestar atención a las residencias. Pero no porque un incendio ponga Moncada en el mapa nacional. Se lo debemos. El héroe de tronco carcomido y corteza blanquecina espera, como el olmo viejo, una oportunidad cada primavera. Hablemos de ellos. De su silencio, de la sabiduría de la experiencia. Hablemos de sus proyectos, de sus derechos sagrados. Piden humanidad y han conseguido -ellos, no Consumo- que los bancos les escuchen. Para cuándo un pacto de estado y una acción decidida por los mayores en todos los niveles.

Bomberos, policías, celadores y guardia civil han sido proclamados héroes de Moncada

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