La hija del 'Buji'
EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·
De la España vaciada también salen doctoras. Y más saldrían si el Gobierno invirtiera como toca, en vez de tanto manifiesto y palabreríaSecciones
Servicios
Destacamos
EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·
De la España vaciada también salen doctoras. Y más saldrían si el Gobierno invirtiera como toca, en vez de tanto manifiesto y palabreríaAla protagonista de esta historia apenas la conozco. Se llama Laura Vallés y es una joven de Piqueras del Castillo, de mi pueblo, del que ... tanto hablo. Hemos coincidido unas cuantes veces allí. Puede que haya cruzado con ella algunas palabras sueltas. Pero me encanta la moraleja de esta historia. Y sobre todo lo que invita a exigir al Gobierno para que haya más casos así. Estos días de Semana Santa andaba por casa un libro encuadernado de lomos azules y nombre casi ininteligible. La madre de Laura lo había dejado con orgullo a mis padres. «La chica ya es doctora», decía con adoración maternal. En la portada se lee 'Nuevas funciones para la proteina tau en el sistema nervioso central y en tejidos periféricos'. Para alguien de letras puras como yo, algo casi escrito en arameo. Pero oteando entre sus jeroglíficas páginas, uno acierta a adivinar que Laura ha colaborado para saber un poco más cómo influye esta proteina en la aparición de enfermedades tan devastadoras como el Alzhéimer. Ahí es nada.
Hasta aquí el hecho. La propia experta en Bioquímica y Biología Molecular se define de una manera espectacular en los agradecimientos. Con una frase que debería ser de cabecera en la vida de todos: «No hay que ser el mejor en nada, sino el más feliz en todo». Ella firma como «la hija del 'Buji' y la Piedad». Y eso es lo que maravilla. El 'Buji' (de bujías) es el mecánico del pueblo. Todo el mundo lo llama así, yo incluso dudo con su nombre real (¿Jose?). Capaz de mantener su negocio en un pedazo de tierra en el que apenas hay unas decenas de personas empadronadas durante todo el año. Reparando los coches de los lugareños y vehículos agrícolas. Y allí sigue junto a 'la Piedad' haciendo su vida en el pueblo, reparando el '4 Latas' de mi abuelo, dándole vida al lugar. Llenando la España vaciada.
Me encantan los agradecimientos de Laura. «A mi familia, los que siempre han creído en mí. Los que me decían que podía ser lo que yo quisiera», algo que no es fácil en un pueblo despoblado y muy dejado de las ayudas administrativas. En el que la escuela muere por falta de niños. Ese mismo colegio al que yo fui de 'visitante' en alguna vacación escolar en Valencia que coincidía con clases en Cuenca. Saliendo de casa con un leño para encender la estufa de la escuela. En aquella única aula en la que convivían poco más de media docena de alumnos de todas las edades bajo la genial batuta de Don Amalio, capaz de dar al mismo tiempo todas las materias de todos los niveles. Y se quejan los docentes de ahora...
«A mis abuelos, para que podáis poner cara de orgullo al decir que tenéis una nieta doctora, aunque no sepáis muy bien ni lo que es», sigue diciendo Laura. Y yo echo la vista atrás y me acuerdo de mis abuelos Demetrio y Felicitas buscando una loma alta en la carretera para escucharme desde su Renault 4L por la radio mientras yo narraba los partidos del CD Utiel en la emisora de la SER local. Y no dejo de pensar en cuánta falta de inversión tienen los pequeños pueblos del interior de la Comunitat y de España para que puedan salir más doctoras, para que la formación no se interrumpa y los jóvenes tengan más oportunidades de alcanzar la excelencia académica, de labrarse un mejor futuro. Más oportunidades laborales para que haya más 'Bujis' y más 'Piedades', más gente joven que llena el vacío de esas tierras. Más 'Christians' que acuden para mantener vivo el único bar del pueblo. Menos manifiestos y menos palabrerías institucionales del Gobierno y más planes de ayuda a estos pueblos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.