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A tope ·

Mola escuchar a Coldplay o a Alejandro Sanz buenas intenciones imposibles de cumplir pero que les reportará suculentos beneficios

Jueves, 12 de diciembre 2019, 07:50

Chris Martin, cantante de la banda británica Coldplay, anunció que no saldrán de gira hasta que sus conciertos dejen de ser contaminantes. El titular es tan llamativo como infame. Hemos llegado a tal punto de estupidez climática que acabarán por anular cualquier crédito científico importante. No nos equivoquemos al pensar que el cantante o la joven Greta Thunberg puedan ser unos mentecatos, al contrario, ninguno de los que aparecen en la escena del cambio climático da puntada sin hilo, incluyendo a las grandes empresas que aparentan un esfuerzo aunque la fiesta la pagaremos usted y yo.

Greta tendría que estar en el colegio y no facturando gracias a las declaraciones de que le han robado la vida o a las estupideces de cruzar un océano en un velero a motor. El espabilado cantante anglosajón afirma que van a dar «un par de conciertos más» para buscar la manera de no contaminar sus directos. Si fuera coherente con sus palabras ya les digo que no volverán a ver un concierto de esta gente, a no ser que: 1) los tráilers que transportan todo el material de la gira sean eléctricos con energía totalmente renovable, 2) inventen aviones sostenibles para los desplazamientos de una gira. ¿O se desplazarán en burro? La memez es tremenda pero el titular es maravilloso, tanto que tenemos la versión española en la voz de Alejandro Sanz cuando anunció en su participación de la cumbre climática, que va a estudiar cuánto CO2 emiten sus conciertos para comprometerse a anular su huella de carbono. ¡No habíamos caído! Si ya hemos medido las flatulencias de metano que emiten las vacas, ¿por qué no poner de moda la huella de carbono que genera cada uno? Por favor, hablemos en serio y dejemos de escuchar a tanto cantamañanas. La realidad es que tenemos en la educación un problema de base. El obstáculo no son los plásticos, el inconveniente es que los tiramos donde no toca, ensuciamos las playas con las colillas, los suelos con los chicles, viajamos en coches y no pensamos en dejarlos o vamos en bici y sin embargo generamos tres veces más polución por los atascos que se ocasionan. ¿De qué estamos hablando? De que mola mucho ver a Greta cómo cruza el Atlántico a vela por no viajar en avión. ¡Mentira! Un velero no puede ir en línea recta a un punto a no ser que le metas motor. Mola escuchar a Coldplay o a Alejandro Sanz buenas intenciones imposibles de cumplir pero que les reportará suculentos beneficios. Mola mucho. Mientras tanto, en la vida real, yo usaré mi patinete eléctrico gracias al suministro de una empresa que ha generado la electricidad en una central mediante la combustión de combustibles fósiles, contaminando convenientemente. ¿Soy sostenible por llevar patinete? ¡Mentira! Pero es cierto que molamos mucho como Coldplay o como Alejandro Sanz.

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