Escribo esto -como cada semana cuando juega el Valencia los miércoles- antes del partido. Es decir, ustedes ya sabrán si el Valencia ha eliminado al ... Real Madrid en la Supercopa, si ha competido bien pero ha caído o si le han pegado una tunda propia del mal momento con el que los de Gattuso afrontaban el partido. Así que intenten sacar de la ecuación la Supercopa como yo lo he intentado hacer al escribir.
Que el Valencia está en un mal momento lo sabe todo el mundo. Yo diría que el peor el curso porque la famosa semana y media del Mallorca y el Elche en Mestalla el equipo de Gattuso jugó de escándalo la primera parte ante el conjunto ilicitano y fue partido igualado ante los de Aguirre. Nada parecido a lo del Cádiz el pasado viernes: sin identidad, sin presión, sin llegada... sin recursos ni soluciones. Y lo que es peor, con un discurso del técnico que me dejó francamente preocupado. Porque, dentro de esa maravillosa sinceridad de demuestra en cada rueda de prensa, también enseña sus debilidades.
Y no hay mayor debilidad en un entrenador que reconocer que no sabe lo que está pasando y que debe sentarse con el staff a entender qué ocurre. Por supuesto es lógico que un técnico busque soluciones a los problemas; es su trabajo y obligación. Pero la sensación que a mí me dio al escucharle es que él tenía un plan cuando llegó a Valencia que está dejando de funcionar. Y eso no lo tenía previsto y le ha bloqueado. Esa es la palabra; le escucho bloqueado. Como le vi en el banquillo durante el partido ante el Cádiz.
Gattuso, que es un ganador, se está dando cuenta de que el club tiene otras prioridades
Pero no creo que sea sólo un asunto táctico (que también) o futbolístico. Hay mucho más. Es cierto que a mí no me quita nadie de la cabeza que este equipo necesita un mediocentro como el comer y otro organizador para conducir el juego. El primero serviría para minimizar agujeros como el de Ilaix el viernes pasado -o Chukwueze en Vila-real- y el segundo para abrir agujeros en los muros defensivos de muchos contrarios. La realidad semanal avala lo que pido. Pero, insisto, yo creo que la tristeza de Gattuso va mucho más allá. Necesita herramientas para llevar a cabo su plan.
En verano se dio por satisfecho con Cavani, Nico y compañía pero -como con los anteriores en su cargo- llega el mercado invernal y no se cumplen las expectativas. A la plantilla le faltan cosas, se lesionan jugadores, se cae el equipo y los refuerzos son... necesarios no, indispensables. Y entonces aparece la frustración: Gattuso, que es un ganador que vive, como él mismo dice, 'a full', se está dando cuenta que el club va a otra velocidad y, sobre todo, tiene otras prioridades. Él necesita imperiosamente soluciones para que no se caiga el proyecto y el club no quiere moverse del presupuesto. Siempre la misma historia de mediocridad. Le empiezo a tener una tirria insoportable a este mes. Hubo un tiempo en el que llegaban en enero al Valencia tipos como Aimar. Ahora me conformo con que no explote todo otra vez. Uno se muere por mejorar y los otros por no gastar. Uno tiene prisa y ya es 11 de enero. Mal en Liga, en mitad de la Copa, jugando la Supercopa... y ni un atisbo de fichaje. ¿Es o no es para tener cara de mie......? Como él dijo el martes.
Ya le ocurrió a Marcelino, Prandelli, Gracia, Bordalás... o eres un buen funcionario estilo Celades y Ayestaran o tendrás problemas con Meriton. Y así llegamos al partido de anoche, en el que había muchos aficionados que pensaban que el torneo le sobra al Valencia y que se venía tunda del Real Madrid. No sé qué pasó en Riad pero esos pensamientos -impropios de este club, de su historia y sus vitrinas- tienen un solo culpable: Peter Lim.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.